Taipei, June 4 (CNA) El presidente de la República de China (Taiwán), Ma Ying-jeou, emitió el lunes 4 una declaración para recordar el 23º aniversario de la masacre ocurrida en la Plaza Tiananmen de China en 1989, expresando en la misma su deseo de que China pudiera acelerar su desarrollo democrático y mejorar su protección de los derechos humanos.
Por más de dos décadas, la economía de China ha estado creciendo rápidamente y la vida de su pueblo se ha visto mejorada significativamente, lo que ha resultado en la subida de su competitividad, dijo Ma.
Sin embargo, la cicatriz histórica causada por la matanza que tuvo lugar el 4 de junio de 1989 todavía no ha sido totalmente borrada, y el incidente ha dado la impresión a la comunidad internacional que el desarrollo de los derechos humanos en China todavía ha quedado inalterado desde ese entonces, expresó el presidente Ma.
"La mayoría de las sociedades chinas creen generalmente que las condiciones en la China actual están más maduras y pueden coadyuvar a que el país se transforme en una sociedad democrática, plurarista y abierta. Manejando el trauma del Incidente del 4 de Junio podría ser el primer paso hacia la reforma política", señaló Ma.
Según el presidente Ma, tanto los taiwaneses como los chinos son de la etnia china y comparten las mismas herencias culturales, incluyendo los conceptos avanzados de la libertad, la democracia y los derechos humanos.
"Reiteramos nuevamente que valoramos la paz creada por los dos lados del Estrecho de Taiwán en el curso de los últimos cuatro años y esperamos que dicha interacción positiva continúe", añadió Ma.
"Sin embargo, Taiwán y China todavía difieren en el desarrollo de los derechos humanos, y estas diferencias deberán ser resueltas antes de que los dos lados puedan profundizar sus interacciones", continuó diciendo Ma.
"La experiencia de Taiwán en convertirse en una sociedad democrática ha probado que la democracia también puede echar raíces y crecer en una cultura china", puntualizó Ma.
El Jefe de Estado expresó asimismo su deseo de que el desarrollo democrático y la protección de los derechos humanos pudieran ser mejorados en China y que los dos lados del Estrecho pudieran empezar sus diálogos en estos aspectos, basándose en la cultura china compartida por ambas partes.
(Por Kelvin Huang y Elisa Kao)
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