MEDIOS DE COMUNICACION


Guerra de los medios de comunicación

  • Por:POR LEANNE KAO /FOTOS CORTESIA DE LA EMPRESA DE TELEVISION DE TAIWAN
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  • Fecha de publicación:04/01/2005
A pesar de las comunes denuncias del público -de ser un medio “que daña las mentes”- desde el momento en que fue introducida en 1962, la televisión acaparó la atención del público taiwanés. En una década, dos estaciones más se unieron a la Empresa de Televisión de Taiwan (TTV, siglas en inglés), formando un monopolio triangular que duró casi dos décadas más.
Esa fue la buena época para aquellos que llevaban el mando de estas tres estaciones, y aunque al principio, hasta los intelectuales señalaban que eran máquinas de la propaganda del Gobierno, las estaciones prosperaron. Pero a medida que las quejas se fueron acumulando durante dos décadas, el monopolio se veía cada vez más como un obstáculo para el desarrollo de una sociedad pluralista. No es sorpresa que el gobernante Partido Democrático Progresista, que tomó el poder en 2000, tenga una agresiva política de reforma para los medios de comunicación, estipulando que el Gobierno, las Fuerzas Armadas, y todos los partidos políticos deben salirse completamente de esta industria.
Mientras esa política está desplegándose, se desarrolla en contra de un telón de cambio masivo. Cuando la ley marcial fue derogada en 1987, permitiendo finalmente la libertad de expresión por primera vez en décadas, las tres estaciones se hallaron operando en un mercado libre, lo que por supuesto, es otra manera de decir que la competencia había llegado. Otras dos estaciones de televisión, una de ellas pública y sin fines de lucro, y docenas de canales por cable legalizados comenzaron su lucha en el mercado, y en poco tiempo, el índice de penetración del cable en el país sobrepasaba el 80 por ciento.

Guerra de los medios de comunicación
Las tres estaciones principales de televisión prosperaron hasta que el mercado se abrió a finales de los años ochenta.
“Casi podemos utilizar el calificativo de ‘frenético’ para describir cómo las expectativas del público influyen en los cambios de los medios de comunicación”, dice Chao Yi, vicepresidente del Eastern Multimedia Group, que administra una red de cable. Entre los ejemplos que él menciona: uno de los periódicos más leídos de Taiwan, el China Times, comenzó a usar placas de colores en 1968, 14 años antes que USA Today, de Estados Unidos, lo que obligó a otros diarios nacionales a hacer lo mismo. Una vez que llegó la televisión, dice él, la industria se expandió de una a tres estaciones en una década, se cambió el tiempo de aire de medio día a programación de día completo, y los televisores blanco y negro de la nación tuvieron que tirarse para comprar los de a color. Todas las tres estaciones obtuvieron ganancias a los pocos años de comenzar sus operaciones y continuaron aumentando sus ganancias por dos décadas.
Una vez que el cable estuvo a la disposición, dice Chao, “La reacción de la mayoría de la gente fue, tengo que tenerlo”. El dice que los avances tecnológicos, la mayor apertura de la política, y el aumento de movilidad crearon la necesidad de que la gente se mantuviera informada, y para finales de 2003, 100 o más canales habían acaparado un 72 por ciento del mercado de publicidad de las viejas estaciones.
“Hace apenas cuatro años, las estaciones de transmisión tomaban el 60 por ciento de los ingresos publicitarios disponibles para televisión, mientras que las estaciones de cable tenían solamente el 40 por ciento del ingreso, pero tenemos todas las razones para esperar que las estaciones de cable lograrán el 80 por ciento en un futuro cercano”, dice Chao, agregando que el mercado entero para propagandas de televisión totaliza alrededor de NT$20 mil millones (US$600 millones) al año. “Los resultados muestran que los canales de cable son populares, aun cuando sentimos que la calidad de su contenido podría mejorarse”.
Los críticos, como la Fundación Educativa Mediawatch, están más preocupados con los canales de noticieros que transmiten 24 horas, 7 días a la semana, y la popularidad de los programas sobre política. Ellos dicen que las estaciones de noticieros optan por el contenido sensacionalista y utilizan en exceso SNG (reunión de noticias por satélite) para impulsar el índice de audiencia y los ingresos. Algunos señalan que los muchos programas sobre política de la isla tienen la culpa del electorado polarizado.
Guerra de los medios de comunicación
Cuatro cantantes aseguran la competencia en concursos celebrados por primera vez  por TTV en 1967.
“La falta de una política clara sobre los medios de comunicación es un problema que conlleva a más problemas”, dice Wei Ti, profesor asistente en el departamento de Medios de Comunicación de la Universidad Tamkang. “Antes de 1987, el Gobierno controlaba los medios. Después de eso, cuando se derogó la ley marcial, el Gobierno fue obligado a controlar el mercado para los intereses comerciales, perdiendo parte de la positiva programación cultural y social que antes tenía la industria”.
El resultado es que los medios de comunicación están conociéndose más como “medios de confusión”-una fuente de desorden social. Para Wei, unos medios de comunicación saludables pueden lograrse solamente mediante la intervención gubernamental. En defensa de los medios de comunicación, Chao dice que ninguna de las estaciones esperaba esta confusión que existe en la industria. “Todos están haciendo todo lo posible para sobrevivir”, dice. “La raíz del asunto es estructural”.
Un ejemplo de problemas estructurales es que el Gobierno determina el número de portadores de cable y el monto del precio que las redes de cable van a cobrar a los subscriptores. Sin embargo, en lugar de seguir la tendencia por el aumento de los precios y demandas de los canales extranjeros que elevan sus precios al renovar los contratos, Chao dice que las redes de cable están desmejorando la calidad al transmitir canales más baratos con contenido inferior.
“Los consumidores obtienen su producto a un precio más bajo”, indica, “pero al final tanto la red y el consumidor pierden”. Estos cambios también pueden conducir a un círculo vicioso. “Un mínimo cambio en el índice de audiencia involucra diferencias de millones de dólares en ingresos comerciales”, dice Chao. “Esa diferencia significa mucho para los operadores. Entonces, claro, ellos buscan contenido sensacionalista para elevar su popularidad”. Chao dice que la solución depende de, si el Gobierno está determinado a enfrentar los problemas y hacer lo correcto para poner fin al ciclo de programación degradante.
Guerra de los medios de comunicación
Durante los años setenta, muchos niños dejaban a un lado las clases para ver los programas de títeres tradicionales en televisión.
Con la excepción de la televisión pública, mantenerse a flote es la principal preocupación para las estaciones de televisión. “Hemos observado la disminución de nuestras ganancias desde que las estaciones por cable entraron en el mercado”, dice David Y. Cheng, presidente de TTV. “Las estaciones por cable no sólo han dominado el mercado, sino que también han dirigido cómo se hacen las noticias... las estaciones veteranas, cada una con un único canal, tienen pocas oportunidades de competir con las redes por cables con muchos canales”.
Cheng piensa que hay una solución para muchos de los problemas que plagan la industria de la televisión de Taiwan, y él está colocando sus apuestas en la digitalización, que según él, nivelará el campo de juego tanto para las cinco estaciones de televisión como para los grupos de televisión por cable, al formar una plataforma digital compartida donde cada estación de televisión tenga por lo menos dos canales a su disposición.
“No parece que el Gobierno vaya a revertir la situación actual con reglas administrativas”, dice él. “Nuestra única esperanza es que las cinco estaciones de televisión formen una red de canales múltiples que nos permita programar estratégicamente para que podamos ofrecer contenido diverso con calidad superior”.
Se espera que la convergencia de comunicación, información y tecnologías de telecomunicación, revolucionen la manera cómo la gente ve la televisión. El contenido digital comprimido permitirá que cada transmisor de banda ancha lleve de tres a seis canales, y transmita información en ambos sentidos. La televisión interactiva será una realidad. Cuando la industria entera sea digital, habrá más de 600 canales de cable, y hasta 30 ofrecidos por las cinco estaciones de televisión de banda ancha.
Guerra de los medios de comunicación
Los programas de entrevistas sobre política son un producto derivado del compromiso de Taiwan con la democracia.
Pero la mayoría de los consumidores seguirán dudosos sobre las implicaciones de la convergencia tecnológica, o hasta de la televisión digital. Con la esperanza de aclarar en parte la situación, el tópico fue un tema principal en el primer Festival de Televisión de Taipei, celebrado el pasado noviembre con el esfuerzo y la colaboración de TTV y la Oficina de Información del Gobierno (GIO, siglas inglés), que supervisa la industria de los medios de comunicación.
“Este evento de dos partes ofrecido por un centro organizado para compradores y vendedores internacionales para comerciar productos de audio y visuales con derechos de autor reservados”, dice Cheng. Con la intención de traer los estándares internacionales a la industria, el evento atrajo más de 70 canales de más de 20 países de América, Asia y Europa. Durante cuatro días, 271 puestos de exhibidores dieron al público taiwanés la oportunidad de palpar de qué se trata la televisión digital y qué puede hacer por ellos.
Apenas cuatro meses antes, 14 canales digitales administrados por las estaciones de televisión entraron en la lucha, instando a los aficionados de deportes a comprar un aparato receptor especial, que se ha catalogado como el primer impedimento de los esfuerzos del Gobierno de popularizar la televisión digital. Para que los equipos de televisión tradicional puedan recibir transmisiones digitales, el usuario debe utilizar el aparato receptor especial. Porque cada aparato viene en diferentes tamaños con especificaciones diferentes, los consumidores confundidos comenzaron a quejarse de los costos adicionales. Como resultado, el Gobierno de la Ciudad de Taipei demandó que los aparatos receptores fueran vendidos a un precio fijo de NT$3.500 (US$110).
Guerra de los medios de comunicación
“El ganador se lo lleva todo”, la última telenovela de mayor sintonía de TTV.
Fue una medida que redujo la velocidad del proceso de digitalización. Sin embargo, después de deliberar sobre el asunto, la GIO estuvo a favor de las redes, y anunció en noviembre de 2004 una agenda para pavimentar el camino para la llegada de la era de la televisión digital. Para enero de 2006, todos los televisores de 29 pulgadas y pantallas más grandes deberán tener un recibidor de señal digital interno. El requisito se extenderá a los televisores de 21 pulgadas en adelante desde 2007, y a todos los tamaños en el 2008.
Además, en 2010, la GIO reclamará todos los canales análogos actualmente en uso, y dice que subsidiará los aparatos receptores para las familias de bajos ingresos para evitar la división digital. La gente que vive en áreas remotas podrá recibir señales de programa vía transmisión satélite compartida. La meta es lograr un índice de penetración del 85 por ciento para finales de 2010.
“Tengo confianza que Taiwan tiene buena oportunidad de convertirse en el primer país en el mundo en alcanzar una transformación a escala completa de análogo a digital”, dice Lin Chia-lung, entonces ministro de GIO. “Mientras que nuestra cobertura por cable es densa en comparación con muchos otros países, mi confianza se basa en nuestra competitividad en las industrias de semiconductores y TFT-LCD. La red de cable hace que la transformación sea fácil...Podremos lograrlo antes del 2010”.
Cheng, de TTV, dice que todas las estaciones de televisión han colocado una infraestructura digital en preparación para la nueva era. Pero Chao dice que las redes por cable serán aún la fuerza principal para que ese cambio se convierta en una realidad.
Además de revisar las actuales leyes de transmisión, la GIO ha redactado un proyecto de ley que tiene como fin ofrecer un incentivo para que la industria cree contenido digital. “En el mundo digital, el contenido es todo”, dice Lin.
Guerra de los medios de comunicación
La producción de contenido digital será un elemento clave en el impulso del Gobierno por una televisión digitalizada completa.
Lin espera que el Gobierno pueda invertir más en la producción de contenido y animar la industria de la producción a volverse independiente de las redes de televisión. Además, la GIO planea establecer un mecanismo para reducir la competencia entre las redes. Antes de que esto suceda, la GIO está preparando la reorganización de canales que facilitará la clasificación de contenido. Los primeros 25 canales, por ejemplo, llevarán programación para el público general a partir de 2005.
Entre tanto, la lucha a largo plazo entre el Gobierno y el opositor Kuomintang, sobre la participación de este último en una de las estaciones de televisión, ha concluido finalmente su curso. La revisión del 2003 de la ley de transmisiones requiere que las acciones del partido sean vendidas antes del 26 de diciembre de 2005. Los académicos, tomando como ejemplo a Gran Bretaña, y los vecinos Japón y Corea del Sur, sugieren que las cuatro estaciones de televisión sean transformadas en una televisión pública y formen una red con la estación pública existente, el Servicio de Televisión Pública (PTS, siglas en inglés).
Lin dice que el Gobierno donará primero su participación en el Sistema Chino de Televisión, con sede en Taipei, a PTS, y su participación en TTV será entregada en una fecha posterior. Una vez que se haya completado la digitalización, alrededor de un quinto a un tercio del máximo de 30 canales de banda ancha formarán una red pública.
Wei dice que el Gobierno está ahora ubicado de manera que puede expandir la escala y el poder de la televisión pública, pero al mismo tiempo debe incorporar las opiniones públicas en su proyecto de digitalización al buscar que se logre una distribución justa de recursos, todo lo cual garantizará un ambiente saludable para la industria. “El mundo digital sólo será tan maravilloso como muchos esperan, si sabemos exactamente lo que queremos”, dice él.


Medios de comunicación —La combinación


  • Por:POR KELLY HER/FOTOS DE HUANG CHUNG-HSIN

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  • Fecha de publicación:06/01/2006

  • Varios camarógrafos tratan de hacer la toma que engrosará su porción del mercado.Durante las últimas dos décadas, los medios de comunicación de Taiwan han evolucionado en una cacofonía de 24 horas de feroces voces competitivas. La naturaleza desenfrenada de libre mercado y el enorme volumen de información sin trabas, han creado un raro consenso —al que le ha llegado la hora de cierto tipo de reforma, tanto en términos de propiedad gubernamental como vigilancia, y la reestructuración de las organizaciones de los medios de comunicación en sí mismas.
    Durante principios de los años noventa, cuando los canales de televisión por cable prosperaban, el objetivo principal de la reforma de los medios fue la propiedad del estado. El Kuomintang (KMT) —el partido político que gobernó a Taiwan de 1949 a 2000— mantenía un monopolio virtual en la mayoría de las estaciones de radio y las tres estaciones terrestres de televisión. A partir del establecimiento de un sistema multipartidista en los años ochenta, el Gobierno ha venido liberalizando el ambiente de los medios de comunicación, y los partidos políticos han sido estimulados a despojarse de sus holdings en los medios de comunicación. Por ejemplo, el pasado diciembre, el KMT vendió la parte de su inversión con la que mantenía el control de la emisora de radio de la Corporación de Transmisión de China (BBC, siglas en inglés), la Compañía de Televisión China (CTV, siglas en inglés) y la Corporación Cinematográfica Central, al Grupo China Times por un monto de NT$9.300 millones (US$290 millones).
    La gran liquidación es parte de los cambios fundamentales en el ambiente de los medios de comunicación en Taiwan, y refleja el consenso general de que éstos deberían operar independientemente, y ser reglamentados por un cuerpo que no pertenezca a ningún partido. El consenso es evidente en la reglamentación reciente. En enero de este año, la ley, que estuvo estancada por tanto tiempo, sobre la disposición de acciones públicas en las estaciones terrestres de televisión, fue finalmente aprobada. Según el estatuto, la Empresa de Televisión de Taiwan (TTV, siglas en inglés), de propiedad estatal, debe vender todas sus acciones mediante un procedimiento transparente y público. En cuanto al Sistema Chino de Televisión (CTS, siglas en inglés), otra estación de televisión nacional, el Gobierno gastará aproximadamente NT$2.000 millones (US$63 millones) para comprar las acciones de propiedad privada antes de donarlas a la planificada red de televisión pública. El Gobierno tiene planeado integrar el Servicio de Televisión Pública (PTS, siglas en inglés), un canal terrestre fundado en 1998, con CTS y las actuales estaciones de televisión aborigen y hakka, en una red pública.
    Vigilancia independiente
    Aparte de limpiar su propio patio trasero con estas ventas, el pasado febrero el Gobierno lanzó la independiente Comisión Nacional de Comunicaciones (NCC, siglas en inglés), encargada de reglamentar las comunicaciones y las industrias de transmisión del país. El nuevo órgano reglamentario consolida las responsabilidades anteriormente compartidas por la Oficina de Información del Gobierno (GIO, siglas en inglés) y el Ministerio de Transporte y Comunicaciones.
    Medios de comunicación —La combinación
    El público está más preocupado por la calidad de laas transmisiones.
    Estas reformas han sido el resultado en gran medida de la mayor preocupación del público sobre la situación de los medios de comunicación. Hung Chen-ling, profesora asistente en el Instituto de Postgrado de Periodismo en la Universidad Nacional de Taiwan, indica que la situación actual de los medios de comunicación está socavando la confianza pública en la industria. “La cobertura de los medios de comunicación de Taiwan tiene problemas de calidad fundamentales”, dice. “Los periodistas ya no son respetados, de hecho son despreciados”. Ella piensa que los medios de comunicación taiwaneses están tornándose hacia un estilo más sensacionalista, particularmente desde que la versión taiwanesa del Apple Daily, un periódico hongkonés, saliera a la venta en mayo de 2003.
    Wei Ti, profesor asistente en el Departamento de Comunicación Social en la Universidad Tamkang, tiene ideas similares sobre la calidad de los medios, pero señala que los problemas son internos. “Los medios de comunicación domésticos eran así antes de la llegada del Apple Daily”, dice él. “¡Por eso es que le va tan bien!” El cree que los periódicos de la isla, revistas y canales de televisión, dependen del sensacionalismo y los chismes para incrementar su mercado. Wei dice que después de la derogación de la ley marcial en 1987, las ondas y los cables se abarrotaron con recién llegados y que su llegada fue virtualmente sin planificación y sin gestión, lo que condujo al mercado saturado de hoy.
    La competencia es en realidad muy dura. Los 23 millones de habitantes de la isla pueden elegir entre cinco estaciones de televisión terrestre, 173 estaciones de radio y 130 canales de televisión por cable. De hecho, la televisión por cable es vista por el 80 por ciento de la población, el mayor índice de penetración del mundo. Chiang Hsia, ex presidente del CTS, está de acuerdo en que el establecimiento sin reglamentaciones de tantos canales de televisión por cable es un factor importante detrás de la dura competencia. “Había solamente tres estaciones de televisión terrestre, para repartirse los NT$20.000 millones (US$625 millones) de ingresos publicitarios”, dice. “Ahora hay alrededor de 100 canales de televisión tratando de compartir una porción”.
    Sin embargo, al maximizar las ganancias y minimizar los gastos ha traído como consecuencia algunos programas no tan interesantes. “Los medios de comunicación no carecen de plataformas operacionales, sino de fondos y talento”, dice Chiang. “Debido a la disminución de los presupuestos, la mayoría de ellos simplemente compran programas extranjeros o producen programas de bajo presupuesto”. Chiang cree que esta práctica no sólo disminuye a los artistas locales de oportunidades de trabajo y obliga a muchos de ellos a reubicarse al extranjero, sino que también limita las opciones para los televidentes”. “En vista de la influencia que tienen en la sociedad, los medios de comunicación necesitan realmente tomar cierta responsabilidad social y producir programación de calidad”, dice ella.
    Dándole vida a la televisión pública
    Chiang cree que para tener éxito a largo plazo, las estaciones de televisión deben crear un estilo propio a través de la producción de programas de calidad. Durante el año y medio pasado como jefa de CTS, ella exigió que la producción de programas se basara en la vida real de la gente ordinaria y los temas que les interesaban. La respuesta del mercado hacia esta iniciativa ha sido favorable, y para ella, esto indica que no era que al público no le gustaba antes este tipo de contenido, sino que simplemente no tenían esas alternativas.
    Medios de comunicación —La combinación
    Las camionetas para recibir información vía satélite pueden cubrir noticias inmediatas y sensacionales.
    Un deseo por más variedad es algo que instó a Wei Ti a contribuir con la organización de un grupo supervisor, Campaña por la Reforma de los Medios (CMR, siglas en inglés), en 2003. Uno de los objetivos principales del grupo es establecer ejemplos a imitar de los medios de comunicación. “Libres de la presión comercial, las estaciones de televisión públicas pueden colocar más atención a la calidad y diversidad”, dice Wei. “Así, se convertirán en una fuerza orientadora”. El CMR ha estado íntimamente involucrado con el Gobierno en sus planes de formar una red de televisión pública. Wei piensa que los recursos financieros del PTS se están desperdiciando, y que Taiwan debería actuar como Corea del Sur, que posee dos estaciones de televisión pública, y cada una recibe aproximadamente 15 veces más de los NT$900 millones (US$28 millones) que el Gobierno concede a PTS. “Desde el comienzo, PTS fue diseñada para ser ‘pequeña’ y ‘bella’, lo que ha limitado su desarrollo”, dice Wei. “El Gobierno necesita aumentar los fondos para que el canal pueda ser influyente”.
    Para contrarrestar los temores de que los medios de comunicación públicos puedan derrochar los fondos gubernamentales, él indica que la serie dramática de televisión pública coreana, Joya en el palacio, que ha sido inmensamente popular dentro y fuera de su país, le costó muy poco a su gobierno. El también indica que las estaciones públicas, tales como British Broadcasting Corp., ofrece programas de calidad al mismo tiempo que se mantienen financieramente a sí mismas.
    Otros grupos comunitarios han recomendado que el Gobierno cree una red de radio pública mediante la combinación de instalaciones y talento de la Radio Nacional de Educación, del estado, la Estación de Radio de la Policía y la Voz de la Red de Transmisión Han. Sin embargo, Helen Chao, directora general de la Estación de Radio de la Policía, no está de acuerdo con esta propuesta. Ella cree que la naturaleza y el desempeño de las redes necesitan ser consideradas de forma individual, y que convertirlas en públicas no es una panacea para todos los problemas de los medios de comunicación.
    Según Chao, algunas redes administradas por el Gobierno, incluyendo la de ella, tienen instrucciones definidas claramente. “Nuestra misión —ofrecer a los ciudadanos consejo e informe sobre las condiciones del tráfico— son muy específicas y, así como muestran los índices ACNielsen, son muy bien recibidas”, dice ella. La estación funciona tan bien en gran medida debido a sus limitadas metas, y patrocinio directo de la Administración Nacional de Policía. Chao compara la estación con una patrulla bien equipada. “¿Por qué querría convertirla en un autobús público” pregunta.
    Debatiendo el papel del Gobierno
    La Oficina de Información del Gobierno (GIO, siglas en inglés) está buscando actualmente el consejo de profesionales como Chao, junto con los grupos comunitarios e intelectuales en cuanto a los objetivos, tamaño y estructura organizacional del planificado grupo de transmisión pública. “Queremos expandir la red de televisión pública de forma apropiada”, dice Cheng Wen-tsang, ministro de GIO. “Sin embargo, las estaciones de televisión pública tendrán que buscar un público más amplio para que puedan responsabilizarse de su propia supervivencia”. El Yuan Ejecutivo aprobó recientemente un presupuesto especial de NT$9.200 millones (US$288 millones) para el grupo de transmisión pública que será finalizado en dos años.
    Medios de comunicación —La combinación
    Hay cinco estaciones de televisión terrestres, 130 canales de televisión por cable y 173 estaciones de radio en Taiwan.
    Hung Chen-ling tiene altas expectativas para el grupo de medios de comunicación públicos, particularmente en cuanto al número de canales y tipos de programación. “Hay falta de programación sobre artes, niños, cultura y asuntos internacionales”, dice ella. “Por suerte, la red de transmisión pública puede tratar estas deficiencias”.
    Como miembro de CMR y del grupo sobre igualdad de derechos FundaciónAwakening, Hung siente que su posición como profesora se ve socavada por la mediocre calidad de los medios de comunicación. “Hasta cierto grado, nosotros los académicos compartimos el mismo destino que la industria”, dice ella. “Si la industria no se desempeña bien, la gente cuestionará nuestro papel”. Ella considera que el Gobierno tiene el deber de ejercer control razonable sobre los medios de comunicación, y cree que el sistema de revisión de licencias de transmisión bajo el recién establecido NCC, que califica la calidad de la programación entre otras funciones, es un paso positivo hacia esta dirección. Las redes podrían ver sus operaciones suspendidas o recibir multas si su desempeño no se adhiere a los estándares.
    Wei Ti está de acuerdo en el papel del Gobierno en la reglamentación de los medios de comunicación, pero enfatiza el refuerzo positivo. “El enfoque en la reforma de los medios de comunicación sobre reglamentación es un método pasivo —la prevención de mala conducta es menos efectiva que crear incentivos o establecer buenos ejemplos”, dice. “Sin embargo, el caos actual en el mercado ha visto la necesidad de la intervención gubernamental”. El está contento de que la creación del NCC y del grupo de transmisión pública. “Nuestro papel está cambiando. En el pasado, estábamos en una posición de animar y apoyar al Gobierno a fin de modernizar los medios de comunicación de Taiwan”, dice. “En los días siguientes, desempeñaremos un papel crítico y de supervisión sobre la red de televisión pública y el NCC”.
    Mientras se llega a un equilibrio entre la reglamentación gubernamental y el libre mercado de ideas, la gente en Taiwan continuará escuchando su radio, viendo sus programas de televisión, y leyendo sus periódicos. Aunque se describe en ocasiones como ingobernable, lo más importante es que el ambiente competitivo de los medios de comunicación ofrezca una gran riqueza de opciones.
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