El Primer Mandatario hizo dicha promesa durante la audiencia que concedió a Tony Nash, director de un departamento de investigación de la organización de investigación y asesoramiento "Economist Intelligence Unit" (EIU, siglas en inglés), en el Palacio Presidencial.
"Mi Administración ha hecho una promesa a la comunidad internacional para reducir las emisiones de dióxido de carbono en Taiwan en el 2020 al nivel registrado en el 2005, y bajarlas para el año 2025 al nivel registrado en el 2000", dijo Ma a su distinguido interlocutor.
En los últimos años, el Gobierno ha estado promoviendo las leyes relacionadas con la protección ambiental, terminando ya la legislación de los Reglamentos para el Desarrollo de las Energías Renovables y la Ley sobre la Administración de Energías, pero todavía está trabajando para introducir la Ley para la Reducción de Gases Invernadero y la Ley sobre los Impuestos Energéticos, indicó Ma.
Subrayando la determinación de su Gobierno de proteger el medio ambiente, Ma dijo que su Administración ya había decidido cancelar el controversial proyecto iniciado por la "Kuokuang Petrochemical Technology Co." para la construcción de un complejo petroquímico de la compañía en el Condado de Changhua, en el centro de Taiwan, debido a consideraciones ambientales. El proyecto Kuokuang tenía proyectado originalmente realizarse a un costo total de más de US$10.000 millones.
"Por últimos, decidimos cancelar el proyecto, pues otorgamos más importancia a la seguridad del ambiente de Taiwan, y no esperamos que el desarrollo económico explote demasiado los recursos naturales en detrimento de nuestro medio ambiente", puntualizó el Mandatario.
"Sin embargo, ellos no significa que el Gobierno abandonará la industria petroquímica; por el contrario, tratará de modernizarla para crear más valor añadido y reducir al mínimo el impacto negativo que pudiera causar sobre el medio ambiente", añadió Ma. En la ocasión, Ma también elogió los logros alcanzados por la Ciudad de Taipei, de la cual Ma sirvió como alcalde por ocho años, en los esfuerzos para convertirse en una ciudad verde.
Según una evaluación dada a conocer por la EIU en febrero pasado, Taipei se situó en el segundo lugar entre más de 20 ciudades asiáticas en términos de calificación de ciudades verdes, teniendo sobresalientes actuaciones en siete de las ocho categorías totales, como la conservación energética, la reducción de las emisiones de dióxido de carbono, el mejoramiento de la calidad del aire y el tratamiento de basuras.
"Taiwan es una isla pequeña y linda, y mi Gobierno dará la máxima prioridad a la innovación, la protección ambiental y el bienestar del pueblo como su meta para el desarrollo del país", concluyó Ma.(Por Lee Shu-hua y Elisa Kao)ENDITEM
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