"Los cambios han estado ocurriendo y las reformas no deben de ser interrumpidas," declaró el Primer Mandatario en su discurso pronunciado después de aceptar gustosamente la nominación de su gobernante partido Kuomintang (KMT) para las próximas elecciones presidenciales.
El KMT dió a conocer formalmente en horas más tempranas del mismo día la postulación del Primer Mandatario, quien está buscando su segundo término de cuatro años de duración.
Aunque el Presidente Ma no detalló las reformas que tenía en mente perseguir, enumeró sin embargo los diversos logros que había alcanzado su Administración en los últimos tres años en el poder, defendiéndose de las acusaciones de la oposición en el sentido de que sus políticas tenían una marcada inclinación hacia China y que habían traicionado a Taiwan.
"Taiwan estaba enfrentado a númerosos desafíos en el momento cuando asumí la presidencia de la República en el año 2008, sucediendo al ex-presidente Chen Shui-bian del Partido Democrático Progresista (PDP), incluyendo la crisis financiera internacional, las graves inundaciones provocadas por el Tifón Morakot y la propagación del nuevo virus porcino de la influenza, entre otros," enfatizó el Mandatario.
"Tabajando juntos, hemos superado todas estas dificultades," destacó orgullosamente el Mandatario, comparando a Taiwán con un águila de confianza y de alto vuelo que se remonta aún más alto cuando sopla más fuerte el viento.
Citando a las estadísticas para mostrar que el poderio de Taiwan estaba poniéndose cada vez más fuerte, el Presidente Ma reveló que la economía del país creció en el 10,82 por ciento en el año 2010, mientras que el número de las visitas realizadas por los turistas extranjeros al país superó por primera vez la marca de los cinco millones, alcanzando a las 5,56 millones.
Además, la tasa de desempleo en el país bajó hasta el 4,48 por ciento en el mes de marzo pasado, en una tendencia descendente de 18 meses consecutivos, agregó el Mandatario, estimando que el producto bruto doméstico per cápita del país podría alcanzar a los US$20.000 en el curso del presente año.
"Estos son los logros que hemos alcanzado conjuntamente, por lo que Taiwán ha demostrado una vez más su fuerza a través de su capacidad de recuperación," afirmó el Presidente Ma.
Reiterando que no le importaban las calumnias que proferían los voceros de la oposición, el Mandatario recalcó que "no tenemos que preocuparnos por los insultos de la retórica política. Pués mientras sigamos logrando nuestros objetivos a través de nuestras acciones, y aportemos evidencias con los logros reales, ganaremos definitivamente el apoyo de la mayoría del pueblo."
Defediéndose de las acerbas críticas del PDP, la mayor fuerza opositora del país, el Presidente Ma continuó diciendo que él mismo era la persona que más había defendido la dignidad de Taiwan, mientras que el PDP había demostrado su incompetencia, recurriendo a sus políticas de puertas cerradas.
"Por un lapso de más de 10 años, el PDP me ha estado acusando de ser demasiado pro-China y de traicionar a Taiwán," puntualizó Ma, añadiendo que "al través de mi acción he demostrado ampliamente que esas acusaciones han sido simplemente mal intencionadas."
Ma sostuvo que la soberanía de Taiwan se había primado sobre todo durante su desempeño al frente de la presidencia de la República, después de haber sufrido impactos negativos en el curso de los ocho años cuando el PDP estuvo en el poder, recalcando que la política de su gobierno hacia China había sido siempre muy clara en todos los asuntos relacionados con los intercambios entre los dos lados del Estrecho de Taiwan, los mismos que habían sido llevados a cabo siempre de manera totalmente abierta y transparente.
Haciendo hincapié en que sus esfuerzos para defender la Constitución de la República de China, para defender su soberanía, para defender la seguridad de Taiwan, así como la dignidad de su pueblo, no pueden ni deben ser distorsionados o calumniados, Ma indicó que estaba imbuído de un sentido de alta responsabilidad y un sentido de misión y que quería estar seguro de que el proceso de reformas que él había iniciado no sería interrumpido.
"Taiwán no puede volver a la corrupción política, al bloqueo de su propio pueblo, a la polarización de la sociedad, y a la mala gestión gubernamental," dijo Ma.
Refiriéndose a la búsqueda de su reelección, el Presidente recalcó que, como un hombre de acción, en lugar de dedicarse sólo a la retórica política, concentraría sus ensfuerzos para seguir llevando a Taiwán hacia adelante y ganar un futuro brillante para todo el país en el concierto de las naciones.(Por Lee Shu-Hua y Rómulo Huang)enditem
0 comentarios:
Publicar un comentario