Religion



El taoísmo y el budismo son dos de las religiones más populares en Taiwan. La isla cuenta con más de 8.500 templos taoístas, y más de 4.000 budistas.

El cristianismo también desempeña un importante papel en la comunidad religiosa de la isla. La Iglesia Presbiteriana llegó aquí antes de 1949, cuando los cristianos fueron expulsados de China continental, indica Chen Chi-rong, presidente del Departamento de Religión de la Universidad Aletheia. “Un gran número de sacerdotes cristianos de diferentes denominaciones, procedentes de China continental, se trasladó a la isla en esa época. De repente, Taiwan se convirtió en la sede de muchas denominaciones cristianas”, dice Chen. “Fue una situación poco común”. Por diversas razones, tales como la falta de respaldo financiero, algunas denominaciones se marcharon de la isla. Según el Ministerio del Interior (MOI, siglas en inglés), hoy día hay aproximadamente 900.000 seguidores del cristianismo en Taiwan, un 8,3 por ciento de la población religiosa, con el número de protestantes superando al de católicos, 593.000 y 304.000 respectivamente.
Aunque popular en el Occidente, el cristianismo no está muy propagado en Taiwan. “El principal impedimento para su desarrollo es que prohíbe a sus seguidores la realización de ritos en honor a sus antepasados”, indica Chen. “Esto es muy importante para los chinos, pero para los cristianos se trata de un ritual pagano”. Mientras que la Iglesia Católica permite a sus seguidores realizar esos ritos, la Iglesia Protestante aún tacha esta tradición de tabú, aunque ha comenzado a discutir el asunto en los últimos años. “Otra razón por la que el cristianismo no es compatible con la cultura local es la percepción de que es una religión profética”, señala Chang Chung-shen, un sacerdote católico en el Seminario de la Universidad Católica Fu Jen. “Exige seguir y aceptar la palabra de Dios. Pero lo que desea la gente es tener la sabiduría que les ayude a superar cada día”.
Chang cree que los cristianos están esforzándose para que su religión parezca menos profética y más atractiva. Podrían ponerse al corriente con las denominaciones protestantes emergentes, tales como la Iglesia Ling Leung. “Sus seguidores están más dispuestos a ir a la iglesia que los de las iglesias tradicionales, incluyendo la Iglesia Católica”, dice. Chen Chi-rong, de la Universidad Aletheia, también se ha dado cuenta de esta tendencia. El indica que algunas iglesias comparativamente nuevas son más independientes y populares entre la generación más joven. “A diferencia de las iglesias tradicionales, éstas inyectan energía en las actividades eclesiásticas. Por ejemplo, se toca música en vivo durante el canto de himnos”, indica Chen. Para mantenerse al día con las tendencias modernas, la Iglesia Presbiteriana ha adoptado esta idea y continúa siendo la mayor denominación protestante en la isla con alrededor de 420.000 miembros, incluyendo al ex presidente Lee Teng-hui.
Como en cualquier otra democracia, Taiwan está orgullosa de su libertad de religión, un derecho fundamental de todos los ciudadanos de la República de China. Hasta la fecha, se han registrado siete religiones en el Departamento de Asuntos Civiles del MOI. La isla no fue siempre un paraíso para el desarrollo religioso. Durante la época colonial japonesa (1895-1945), el Gobierno intentó sistemáticamente suprimir el taoísmo porque era considerado una forma de patriotismo chino. Para evitar la persecución, muchos templos taoístas fueron registrados como budistas y celebraban ciertas ceremonias budistas para mantener la farsa. Después de 1945, estos templos regresaron a sus prácticas taoístas verdaderas. Entretanto, durante la guerra civil entre el Kuomintang y los chinos comunistas, un gran número de sacerdotes taoístas se trasladó a Taiwan, incluyendo a Chang En-pu. El estableció una congregación taoísta en la isla en 1950, y desde entonces el taoísmo se ha convertido en una religión organizada en Taiwan.
Matsu, la diosa patrona de los marineros, es una de las deidades más populares de la isla. Sin embargo, pocos de sus prosélitos se consideran taoístas.
 
 
Un ejemplo más reciente de represión religiosa puede hallarse en la historia de I-kuan Tao. Como mucha gente con creencias religiosas que escapó de China continental, un grupo de seguidores de I-kuan Tao se instaló en Taiwan alrededor de 1949. Existía mucho temor de la infiltración comunista en esa época, y el Gobierno comenzó a sospechar de la secta, porque sus rituales no eran abiertos al público. En 1953, se impuso una prohibición oficial a todas las actividades de I-kuan Tao. El Gobierno y los medios de comunicación controlados por éste, emprendieron una campaña de desprestigio contra el grupo, y lo calificaron de dañino e inmoral, según Hsiao Chia-chen, quien fue detenido durante cinco días en los años setenta por tomar parte en un evento de I-kuan Tao. Algunos comentarios que se diseminaron sobre la secta religiosa incluían que sus creyentes tenían que desnudarse durante sus rituales. “Cuanto más duras las medidas, mayor mi determinación de ceñirme a mis creencias”, indica Hsiao, agregando que I-kuan Tao logró sobrevivir en ese ambiente tan opresivo. Los líderes, tratando de mantener viva la religión, comenzaron a promoverla en el exterior. Y durante un período de liberalización, el Gobierno derogó su prohibición sobre I-kuan Tao en 1987, el mismo año en que fue derogada la ley marcial. “I-kuan Tao fue oprimida por muchos años, pero no tengo resentimientos contra el Gobierno”, agrega Hsiao. Algo interesante, otras religiones emergentes consideran I-kuan Tao una religión pionera porque fue discriminada antes de que la sociedad la aceptara, indica.
Las religiones principales y las que han emergido más recientemente no sufren de persecuciones hoy día en Taiwan; sin embargo, no son inmunes a los escándalos. El año pasado, los taiwaneses quedaron sorprendidos con la noticia sobre veinticuatro niños que vivían en un templo que acusaron a un monje budista de abuso sexual. Muchos padres envían a sus hijos indisciplinados a los templos con la esperanza de que el poder de la religión les ayude a mejorar su comportamiento. Pero tras este episodio, la gente comenzó a cuestionar la seguridad de sus hijos en esos lugares.
Un escándalo más reciente ocurrió el pasado verano cuando la policía arrestó al presidente de un templo taoísta muy conocido y a su esposa por malversación y lavado de dinero. Irónicamente, el arresto se llevó a cabo al día siguiente de que el Gobierno citara al templo por sus donaciones a caridades durante el año anterior. Según el MOI, los grupos religiosos recolectaron un total de NT$4.020 millones (US$116,5 millones) en donaciones de dinero efectivo en 2000. El templo en cuestión, el mayor donador de la isla, dio NT$675 millones (US$19,6 millones) a diversas obras de caridad.
El proyecto del Acta para las Organizaciones Religiosas fue terminado hace poco. Tiene como objetivo ofrecer un marco legal más completo para la operación de los grupos religiosos.
 
 
Con el fin de ofrecer un marco legal claro para las actividades de los grupos religiosos, el Gobierno invitó a los líderes de las principales religiones de Taiwan para redactar el proyecto del Acta de las Organizaciones Religiosas, que fue terminado y publicado en junio. El proyecto contiene treinta y tres artículos, incluyendo uno que estipula que las autoridades pueden cancelar el registro de un grupo religioso si éste se involucra en actividades ilegales relevantes que incluyan apuestas, violencia o pornografía. Además, el grupo religioso debe obtener un permiso gubernamental antes de transferir cierta cantidad de bienes muebles a una persona o empresa. En el pasado sólo la transferencia de bienes inmuebles era reportada. En un suceso relacionado, se están realizando esfuerzos para convertir la Sección de Asuntos Religiosos del MOI en un Departamento de Asuntos Religiosos. La solicitud para su establecimiento ya ha sido aprobada en la primera lectura del Legislativo.
Apesar de los deslices ocasionales, los grupos religiosos mantienen aún una imagen pública positiva en Taiwan. La manifestación más obvia de su naturaleza altruista es quizás mejor ejemplificada en sus diversas organizaciones dedicadas al bienestar social. La Iglesia Católica Romana y la Protestante son impresionantes en este aspecto. Para el 2000, operaban veintiséis hospitales, casi la mitad del total de hospitales administrados por grupos religiosos de Taiwan. Hay seis centros de rehabilitación y diez instituciones para los discapacitados, todos administrados por iglesias cristianas. Asimismo, la Iglesia Católica opera más jardines de infancia (199), centros para los discapacitados mentales (21), y ancianatos (10) que cualquier otro grupo religioso.
I-kuan Tao ha establecido veintiún hospitales hasta la fecha, un logro impresionante en comparación con los esfuerzos de los grupos budistas y taoístas. “Los cristianos son más activos estableciendo hospitales y otras instituciones benéficas”, admite Hsieh Ching-kuei, subdirector del Departamento de Asuntos Religiosos de la Fundación Tzu Chi, un grupo filantrópico budista fundado en 1966. Pero han tenido lugar ciertos avances. El Hospital General Tzu Chi de Hualien, el primer hospital budista de la isla, abrió sus puertas en el oriente de Taiwan en 1986. Catorce años después Tzu Chi fundó su segundo hospital en Chiayi, en el occidente de la isla. El grupo planifica establecer un tercer y un cuarto hospital en el norte y centro de Taiwan, respectivamente. Tzu Chi estableció también los primeros colegios budistas de la isla, uno de enfermería y otro de medicina, en 1989 y 1994 respectivamente. Estas instituciones han sido elevadas al nivel de Colegio de Tecnología Tzu Chi, y Universidad Tzu Chi.
En contraste con otros grupos budistas, Tzu Chi está más involucrada en las tareas de ayuda tanto en la isla como en el exterior. “Tzu Chi ofrece un canal para que los taiwaneses expresen su compasión porque es bastante fidedigna”, dice Hsieh Ching-kuei. Esta confiabilidad quedó constatada tras el terremoto del 21 de septiembre de 1999. El grupo recolectó una enorme cantidad de donaciones, y junto con muchos otros grupos religiosos Tzu Chi no sólo ofreció bienes materiales sino también ayuda espiritual a las víctimas que sobrevivieron. La inmensa cantidad de donaciones y la distribución de la ayuda fueron ejemplos claros de cómo un grupo religioso podía jugar un papel clave en la sociedad.
La Iglesia Presbiteriana tiene alrededor de 420.000 devotos en toda la isla. Incluyendo al ex presidente Lee Teng-hui.
 
 
Tzu Chi ha alcanzado fama internacional por la ayuda prestada durante la última década. Parte del reconocimiento que recibió ha contribuido a impulsar cierto movimiento budista alrededor del mundo con la fundación de 130 sucursales en treinta y cuatro países durante los últimos doce años. La popularidad del budismo fuera de la isla también ha aumentado bajo la dirección del maestro Hsing Yun, el fundador de Fo Guang Shan, un importante grupo religioso de Taiwan. El gran Templo Hsi-lai en Los Angeles fue terminado en 1988, y en 1995 el templo más grande en el hemisferio sur fue inaugurado por Fo Guang Shan en Sydney, Australia. Fo Guang Shan también está presente en Amsterdam donde en 2000 construyó el primer templo al estilo chino en Europa.
El una vez desválido I-kuan Tao, que estableció su sede internacional en Los Angeles en 1996, está activamente ganando prosélitos en el exterior, principalmente en las comunidades de chinos de ultramar. “I-kuan Tao es bueno para estas personas porque les ayuda a preservar la cultura y las tradiciones chinas. El agrega que I-kuan Tao promueve seriamente los valores chinos tradicionales, tales como la piedad filial y la lealtad, y los seguidores recitan frases de ciertos libros bien conocidos, como por ejemplo, Las analectas de Confucio. “Una vez que podamos promover libremente I-kuan Tao en China continental, pienso que crecerá rápidamente”, observa. “La gente de China continental necesita satisfacer el vacío cultural que dejó la Revolución Cultural”.
A diferencia de China continental, Taiwan sirve de base para una gran variedad de religiones, algunas de las cuales han sido exportadas exitosamente al resto del mundo. Y a diferencia de algunos países, la isla practica la tolerancia religiosa que contribuye a la armonía entre los diferentes grupos. “Cada religión puede tratar de fortalecer su congregación y llevarse bien con otros grupos al mismo tiempo”, dice Huang Ching-sheng, del MOI. En algunos casos, las diferencias entre las religiones son difíciles de ver, incluso para los creyentes, como aquéllas entre el taoísmo y el budismo. Y en algún sentido, no hay diferencia entre las diversas religiones, siempre que los seguidores encuentren consuelo en sus creencias.

Creencias folklóricas
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Ma Zu 媽祖 , Diosa del Mar, es la deidad más venerada en Taiwan.(Foto de Chang Su-ching)
Las creencias folklóricas en Taiwan tienen sus raíces en el politeísmo y las diversas costumbres y festividades propias de cada estación. A través de esas costumbres y festividades, el pueblo de Taiwan agregaba un poco de diversión a su vida diaria, mantenía la identidad cultural con sus amigos y familiares, y eliminaba las dudas o aliviaba las dificultades a través de los rituales religiososos.
Muchos de los primeros inmi-grantes han perdieron sus vidas en el peligroso viaje a través del Estrecho de Taiwan o en medio de las difíciles condiciones que prevalecían en la isla. Por esta razón, Ma Zu (媽祖), la Diosa del Mar; y Wang Ye (王爺), el Dios de la Pestilencia, se convirtieron en dos de las deidades más veneradas en Taiwan. Como en otras partes del mundo, deidades tales como el Celestial Emperador del Jade (玉皇大帝); Wang Mu Niang Niang (王母娘娘), la “Reina Madre de Occidente”; y dioses menores que representan el trueno, el relámpago, el viento, la lluvia, las montañas, los ríos, las tierras de cultivo, los pozos y los puentes, también son venerados como resultado de una combinación de temor y reverencia hacia la naturaleza. Las creencias folklóricas en Taiwan también incluyen la veneración a los antepasados de uno, especialmente durante el Año Nuevo Lunar y el Día de los Difuntos.

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Los fieles van al templo para orar por la paz y la seguridad. (Foto de Pu Hua-chi)
Algunas deidades en Taiwan son veneradas para obtener bendiciones especiales o para propósitos culturales. Por ejemplo, el rito de pasaje a la pubertad en la séptima noche del séptimo mes en el Templo de Qi Xing Niang Niang (七星娘娘) en Tainan se realiza únicamente para los adolescentes que han llegado a los 16 años de edad. Otros dioses son venerados por la lealtad y la justicia.
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Colmenas de cohetes disparados en el pueblo de Yanshuei, distrito de Tainan, durante el Festival de los Faroles crean una impresionante demostración de sonido y acción. (Foto de Chang Su-ching)
Sin embargo, con la excepción de varios días especiales que han sido apartados para ceremonias y rituales específicos, la veneración a las deidades está directamente integrada a las costumbres y festividades propias de cada estación. Los dioses y diosas asociados con la primavera y el otoño son generalmente amables y benevolentes, mientras que aquéllos conectados con el agobiante calor del verano suelen tener temperamentos violentos y con frecuencia son de apariencia horrible y aterradora.

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Una bandera adornada con amuletos es llevada por los creyentes de Mazu durante una procesión anual alrededor de la isla. (Foto de Chang Su-ching)
Sui (歲), o año, representa el inicio y el fin de un año, mientras que shi (時), o tiempo, representa las cuatro estaciones. Ba jie (八節), o los ocho festivales, se refieren a las ocho etapas de los distintos cambios climáticos que ocurren dentro de las 24 divisiones de un año solar. Esas ocho etapas son: el Inicio de la Primavera, el Equinoccio Primaveral, el Inicio del Verano, el Solsticio de Verano, el Inicio del Otoño, el Equinoccio Otoñal, el Inicio del Invierno y el Solsticio de Invierno. Su (俗) se refiere a las variadas costumbres y otras importantes actividades que no pueden ser clasificadas bajo las categorías de sui, shi o jie.
Incluso en el moderno Taiwan, aún son aparentes varias actividades religiosas tradicionales. De hecho, algunas de esas actividades se han convertido incluso en ceremonias culturales anuales. La actividad más importante en la sociedad taiwanesa tradicional es la celebración del Año Nuevo Lunar. Durante esta festividad, cada rito o costumbre que se usa para adorar las diversas divinidades tiene un significado especial. Tradicionalmente, las festividades del Año Nuevo Lunar duran hasta el Festival de los Faroles, en el 15º día del primer mes del calendario lunar.
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Un par de bloques de bambú redondos es echado al suelo para adivinar las instrucciones de los dioses. (Foto de Chang Su-ching)
En el día del Festival de los Faroles, la gente acostumbra quemar triquitraques frente a la imagen de ya sea Han Dan (寒單), uno de los Dioses de la Riqueza; un palanquín, usado para transportar deidades; o el Dios de la Tierra. Los mercaderes en particular, celebran esta costumbre frente a sus tiendas para traer buena suerte a sus negocios. La práctica de encender grandes cantidades de petardos en el pueblo de Yanshuei, distrito de Tainan, durante el Festival de los Faroles tiene una historia de más de 190 años. Aunque la costumbre no está relacionada con la adoración al Dios de la Tierra, la actividad sigue revistiendo un significado similar para las personas del área.
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Los faroles celestiales soltados durante el Festival de los Faroles se elevan silenciosamente por encima del poblado rural de Pingsi, en el distrito de Taipei. (Foto de Tsuh Tse-juang)
Otra importante costumbre durante el Festival de los Faroles es el rito de orar por un hijo. Esta tradición proviene del hecho que en dialecto taiwanés, los vocablos para “farol” e “hijo” son homófonos.
En los últimos años, otro importante evento anual se ha vuelto popular en Taipei durante las fiestas del Año Nuevo Lunar y el Festival de los Faroles. En la plaza principal del Monumento Conmemorativo a Chiang Kai-shek, se erige y decora con muchas luces un masivo farol en forma de animal, correspondiente al animal del año en el zodíaco chino. El mismo es iluminado con rayos láser.
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Las abundantes ofrendas atestiguan la devoción de los fieles en Taiwan. (Foto de Huang Chung-hsin)
Como Taiwan es caluroso y húmedo en verano, los primeros inmigrantes chinos se vieron afectados por muchas enfermedades, obligándolos a diseñar numerosos ritos y ceremonias para prevenir las epidemias. Un ritual tradicional es ahuyentar al Dios de la Pestilencia mediante la quema de un barco Wang Ye, evento que se realiza en primavera y otoño en el sur de Taiwan.
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La ceremonia qiang gu realizada en el pueblo de Toucheng durante el Festival de las Animas presenta ofrendas a los espíritus errantes. (Foto de Wang Ho-yi)
Se llevan a cabo actividades similares durante el Festival de los Botes Dragón, que marca la llegada del verano. En este día, la gente toma el vino xiong huang (雄黃) (un licor que contiene una pequeña cantidad de rejalgar) y adorna sus puertas con ramas de artemisa y cálamo para ahuyentar la pestilencia. Las personas también hacen tamales de arroz glutinoso en hojas de bambú (zong zi, 粽子) y realizan regatas de botes dragón. En el pasado, las regatas de botes dragón se realizaban anualmente con gran algarabía en cada puerto importante y ciudad a orillas de un río. La tradición sigue fuerte hasta el día de hoy, y las regatas de botes dragón en el Río Keelung, en Taipei, incluso atrae a equipos extranjeros.
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El Dios de la Tierra es una deidad estrechamente relacionada con la vida diaria del pueblo en Taiwan. (Foto de Pu Hua-chi)
Otro evento tradicional en el verano es el Festival de las Animas, que ha sido la ceremonia más grande y más representativa en la Ciudad de Keelung por 145 años. En Toucheng, distrito de Yilan, y en Hengchun, distrito de Pingtung, las celebraciones del Festival de las Animas incluye un tradicional evento de trepar el palo encebado, llamado qiang gu (搶孤).
Indistintamente de cuál actividad se practique, el pueblo de Taiwan es sincero en su deseo de salvar esas ánimas en pena.
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En Keelung, los faroles de agua son soltados durante el Festival de las Animas para los espíritus de aquéllos que han desaparecido en el mar. (Foto de Larry Hsieh)
Cuando llega el otoño, se hacen ofrendas votivas a las deidades, particularmente al Dios de Tierra y al Dios de los Arboles, por haber dado ricas cosechas durante el año. Algunos relacionan la veneración a esos dioses como una preocupación por la ecología y el medio ambiente.
A medida que entra el invierno, el wei ya (尾牙) constituye un perfecto final del año. Las familias se reúnen para comer run bing (潤餅), que consiste de una tortilla con verduras finamente picadas y carne desmenuzada envueltas en una fina capa de masa de harina. Los patronos también convidan a los empleados a una fiesta de wei ya, agradeciéndoles por el arduo trabajo en el pasado e instándoles a continuar con sus esfuerzos en el próximo año.
Las creencias folklóricas en Taiwan son un reflejo positivo del deseo de la gente por una interacción armoniosa, coexistencia y coprosperidad entre el Cielo, la Tierra y la humanidad. Ellas también reflejan la reverencia que existe en Taiwan por las virtudes sociales básicas de lealtad, piedad, fidelidad y justicia. Esas ideas son los bienes más valiosos que permiten a la gente vivir en esta tierra.


Matsu: patrimonio inmaterial de la Humanidad

Las ceremonias en honor a Matsu en Taiwan son muy concurridas y particularmente llenas de tradiciones folklóricas muy vistosas y espectaculares. En la vista, apreciamos una procesión de la deidad entrando en el Templo Tianhou, en Lugang, distrito de Changhua.


En el transcurso de la cuarta reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial que se realizó del 28 de septiembre al 2 de octubre de 2009 en Abu Dhabi, Emiratos Arabes Unidos, fue inscrito el culto a Matsu y sus rituales en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

El Patrimonio Cultural Inmaterial ha sido designado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura para resaltar aquellas expresiones del patrimonio vivo que constituyen el crisol de la diversidad cultural del género humano, así como hacer hincapié en su conservación como una garantía a la creatividad permanente.

Al conocer la noticia, el vicepresidente de la junta directiva del Templo Chenlan, Cheng Ming-kun, prometió promover el intercambio cultural entre los fieles de Matsu, diosa del mar. El templo, ubicado en Dajia, en el distrito de Taichung, es uno de los centros dedicados a Matsu más importantes de Taiwan, y es famoso por su romería anual que cubre en su marcha a cuatro distritos en la región central de la isla.

Matsu vivió a inicios de la dinastía Sung (960-1279) y nació en Meizhou, en la provincia de Fukien. Su nombre original era Lin Mu-niang. Posteriormente, se volvió inmortal y se aparece ante marineros y pescadores que se encuentran en problemas en alta mar e invocan su nombre.

Existen más de cinco mil templos dedicados a Matsu por todo el mundo, y se estima que unos 200 millones de fieles la veneran en más de 20 países.

En la República de China, un grupo de islas aledañas a la costa se denomiman Matsu, en honor a la diosa. A través de los siglos, muchos emperadores han otorgado títulos honoríficos a Matsu, denominándola Sagrada Madre Celestial, Reina Celestial, Divina Consorte y Gran Abuela, entre otros.

Todas las imágenes de Matsu en Taiwan se consideradas como avatares o transmutaciones de la imagen que se encuentra en la isla de Meizhou. En consecuencia, muchos templos de Taiwan realizan romerías por mar para llevar a sus respectivas imágenes al templo principal para visitas de cortesía.

Tsao Shen: Dios de la Cocina


                                        Rodeado por niños, el Dios de la Cocina
                                        tiene un semblante benévolo.


Desde la más remota antigüedad, muchos pueblos han creido y venerado deidades relacionadas con la cocina. En términos generales, tales deidades son consideradas como seres benevolentes, que ofrecen protección en contra de accidentes, incendios o envenamiento por alimento en la cocina; mantienen a los espíritus malignos, los aspectos negativos e influencias malignas fuera de la cocina; y bendicen todas las comidas que se preparen allí.
Hablando acerca de la cena del Año Nuevo chino, los rituales gastronómicos comienzan con varias semanas de anticipación, no sólo en los preparativos de los ingredientes y el menú a servirse en la mesa esa gran noche; sino también en algunas ceremonias de preparación.
Un postre que no puede faltar durante todas las festividades del Año Nuevo es el nien gao, una especie de pastel pegajoso hecho esencialmente de arroz glutinoso. Por homofonía, su consumo es una especie de deseo por posiciones cada vez más importante con el paso de los años.
Pero, aparte de la aspiración por el éxito, el nien gao también juega un papel esotérico entre los ritos folklóricos del pueblo. Varios días antes de la llegada del Año Nuevo chino, se debe realizar la ceremonia de despedida de Tsao shen o Dios de la Cocina, una divinidad taoísta cuya imagen está instalada en todos los hogares en la proximidad de la chimenea o cocina.
La ceremonia se realiza entre el 23 al 25 del duodécimo mes lunar, y denota el inicio formal de los preparativos para celebrar la fiesta más importante de la nación. En el pasado, ese día era también denominado como el “Año Nuevo menor”. El acto más importante de la ocasión es untarle un poco de nien gao en la boca del Dios de la Cocina, y proceder a despedirlo para que salga en su misión celestial.
Después de los ritos correspondientes, la imagen de papel de la deidad es arrancada y quemada, para que se eleve al Cielo y reporte de la situación familiar durante el año pasado al Emperador de Jade, máxima deidad del panteón taoísta. La untada del pegajoso pastel es para que sólo diga cosas dulces de la familia. En algunos lugares de China continental se usa maltosa para ese mismo propósito.
Desafortunadamente, esa práctica ha caído en desuso en las urbes modernas de Taiwan, donde las cocinas tradicionales que usaban leña han desaparecido y reemplazadas por modernas instalaciones con quemadores a gas o eléctricos. Son pocas las familias que aún colocan la imagen en papel de la deidad entre las inmaculadas paredes cubiertas de azulejos.
Según las creencias folklóricas chinas, en cada hogar vive un Dios de la Cocina, que está allí a partir de la víspera del Año Nuevo lunar del año pasado hasta el día de despedida, para proteger y supervisar a la familia.
Durante la noche del Año Nuevo menor, subirá al Cielo para comunicar las virtudes y maldades de la familia al Emperador de Jade, para que éste determine la suerte de la familia en el nuevo año.
Los sacrificios se realizarán cuando caiga la noche. Los familiares quemarán incienso con devoción ante el retrato de la deidad, quien dicta su suerte, colocado en un pequeño altar situado en la cocina y, después, le ofrecerán dulces y se untara simbólicamente su boca.
Seguidamente, los familiares lo despegarán y quemarán junto con forrajes y caballos hechos de papel, mientras rezan para que tenga un buen viaje al Cielo.
Según las tradiciones, los funcionarios lo hacen el día 23 del último mes del calendario lunar chino; mientras que las familias comunes lo hacen el día siguiente y los barqueros el día 25.
En la víspera del Año Nuevo o la Fiesta de Primavera, Tsao shen volverá con otros dioses, y la gente les ofrecerá actos de bienvenida. Así, comenzará de nuevo su sagrado deber de velar por el bienestar de la familia durante todo el año que acaba de empezar. De igual manera, anotará todas las cosas buenas y malas que ocurran en ese hogar.
Para evitar ofender al Dios de la Cocina, ya que se cree que tiene el poder de conceder salud, riqueza y prosperidad a la familia, todos los miembros de la familia procuran evitar cantar, llorar o besarse frente en la cocina, como una señal de respeto. También es prohibidísimo hacer algún juramento frente a su imagen. Cortar cebollas en la cocina es considerado como una falta de respeto a la deidad, y se prohibe.


                                                El Dios de la Cocina y su consorte,
                                                en un popular grabado en papel.


La historia del Dios de la Cocina nació de leyendas populares, siguiendo tradiciones budistas y taoístas. Existen varias versiones acerca del origen de esta singular deidad menor tan íntimamente relacionada con la vida familiar.
Una de ella, narra acerca de Chang Tan, un rico mercader que tenía una suntuosa casa y solía salir en viajes de negocio por otras provincias. Estaba casado con Ting Hsiang, una hermosa y elegante mujer de finos modales. La pareja vivía muy feliz y se amaban mucho, al extremo de haber jurado que estarían juntos hasta que la muerte los separase.
En cierta ocasión, Chang Tan se encontraba en otro pueblo atendiendo unas transacciones comerciales y se topó con una joven llamada Hai Tang. Su hermosura y juventud causó una impresión favorable al rico mercader. Conociendo que el hombre era una persona muy adinerada, Hai Tang aprovechó todas las oportunidades posibles para acercarse a Chang y hacerle insinuaciones amorosas. No tardó mucho en que el mercader cayese en la tentación, y poco después, contrajo segunda nupcias con la joven para tomarla como concubina.
Al retornar a casa, Hai Tang se sintió muy molesta al ver que la esposa oficial de Chang, Ting Hsiang era mucho más hermosa y elegante que ella. Para deshacerse de ella, Hai Tang comenzó a convencer a su hombre que se deshiciera de la esposa y la echase de casa.
Aturdido por los susurros amorosos de Hai Tang, un día decidió Chang Tan divorciarse de su esposa y echarla de casa. Llevándose los atuendos y las joyas que le había dado su madre, Ting Hsiang abandonó lo que hasta ese entonces había sido su hogar, hoy destruido por las triquiñuelas de una intrusa.
Pero, Ting Hsiang no sentía rencor hacia su ex marido, al contrario, en su alma le deseaba mucha felicidad a la pareja. Se fue a vivir en la antigua casa de sus padres y tan pronto se supo que se había divorciado, no faltaron los pretendientes que deseaban casarse con ella. Se había corrido la voz que era una mujer privilegiada y de buena suerte, y que su antiguo marido había logrado amasar tal riqueza gracias a la compañía de ella.
Posteriormente, ella se volvió a casar con un apuesto y rico joven, quien le ofreció todos sus bienes y la promesa de no abandonarla nunca. La nueva pareja vivía felizmente, y Ting Hsiang se consagró a cuidar de su nuevo hogar. Su marido no dejaba de admirarla y se desinteresó completamente de todas las otras mujeres del mundo.
Mientras tanto, Chang Tan y Hai Tang, libres y solos al fin, se divertían todos los días y gastaban el dinero en forma desenfrenada. Al cabo de dos años, comenzaron a aparecer las deudas y muy pronto, Chang Tan tuvo que vender sus propiedades y caer en la más absoluta pobreza. Al verlo en ese deprimento estado, Hai Tang lo abandonó y se casó con otro hombre de la localidad.
Chang Tan se convirtió en un mendigo y pedía limosna de casa en casa. Cierto día, llegó a la puerta de una familia muy rica, y se desmayó a consecuencia del frío y el hambre que cargaba. Al verlo allí tumbado, una sirvienta informó a la ama y le pidió permiso para darle socorro.
Ting Hsiang, que era la ama de la mansión, autorizó a la sirvienta y le indicó que junto con dos criados llevase al desdichado a la cocina de la casa. Allí, Chang Tan despertó y recibió una confortante comida caliente, que ya hace buen rato no había probado.
Al día siguiente, la dueña de casa quiso ver quién era ese pordiosero que había sido recibido ayer en su cocina. Ella deseaba saber cómo era y si era posible darle algún trabajo menor en casa para que estuviese deambulando por las calles.
Un criado anunció a Chang Tan que la dueña de la mansión venía verle, y éste observó a través una ventanilla quién era la ama de casa. Pero, para su sorpresa, era Ting Hsiang, la mujer que él mismo había echado de su casa hace unos años.
Sintió mucha vergüenza y quiso ocultarse. Finalmente se metió en un hoyo del fogón, donde las llamas estaban apagándose. Al entrar Ting Hsiang a la cocina, se sintió extraña al no ver a nadie. Preguntó al criado y éste le respondió también sorprendido que hace un rato estaba el mendigo con él. Sugirió que tal vez había ido al baño y que volvería pronto. La ama de casa dijo que se iba y ordenó al criado que mandase a llamarla cuando volviese el huésped.
Paso un rato, y el criado comenzó a sentir el olor a carne quemada. Cuál fue su susto al ver al pobre mendigo completamente calcinado dentro del fogón. Llamó inmediatamente a su patrona, quien al llegar a la cocina se sorprendió al ver a Chang Tan, su ex marido, muerto por asfixia en la cocina.
Se sintió muy triste y enojada por el hecho, en su interior, ella seguía sintiendo un afecto por este hombre de tan débil voluntad. Un par de años después, Ting Hsiang fallecía, a consecuencia de la depresión, dicen algunos.
Al comparecer ante el Emperador del Jade, la suprema deidad del Panteón Taoísta, éste consideró que Chang Tan era en esencia alguien bueno, ya que reconoció su falta. Le confirió una misión, que fue de cuidar de las cocinas en el mundo de los mortales, para evitar que otros desdichados tuviesen la misma suerte que tuvo.
Así, fue nombrado Dios de la Cocina, y a Ting Hsiang, la nombró como su “consorte”, y en muchos hogares, su imagen es colocada al lado del Dios de la Cocina.
También existen varias versiones más sobre el origen del Dios de la Cocina, y a través de los siglos, ha sido representados como los emperadores difuntos Huang y Yan, que se consideran antepasados del pueblo chino; o como una anciana, que se encarga de la comida; o alguien vestido de rojo que parece ser una bella mujer; e incluso existe la leyenda de un pobre que se casa con la hija del Emperador de Jade.
Tras realizar la despedida al Díos de la Cocina, la gente comienza a hacer preparativos para pasar la Fiesta de Primavera. A partir de entonces y hasta la víspera del Año Nuevo chino, se hará la limpieza de la casa. El polvo, conocido como chen en chino, tiene la misma pronunciación de "lo viejo", por eso la limpieza simboliza la destrucción de lo viejo para construir lo nuevo, en lo cual la gente pone sus mejores deseos para el nuevo año.

Pao-sheng Ta-ti: el protector de la vida

Pao-Sheng Ta-ti

En muchos templos de Taiwan, una de las deidades taoístas más veneradas es Pao-Sheng Ta-ti. A pesar que tal vez no sea tan popular como Matsu, la Diosa del Mar; o Kuanyin, la Diosa de la Misericordia, poca gente en la isla desconoce su existencia. En especial cuando surge algún brote epidémico que amenaza la salud del pueblo.

Pao-sheng Ta-ti, nombre de la deidad protectora de la salud, cuya traducción literal al castellano es "Gran Emperador que Preserva la Vida", fue un mortal antes de ser elevado a la categoría divina. Pao-sheng Ta-ti también es conocido en Taiwan con los apelativos Ta-tao Kung (Señor del Gran Principio) y Wu Chen-jen (Verdadero Caballero Wu).

Su nombre real era Wu Tao y nació el 15 del tercer mes lunar del cuarto año del reinado Taitsung de la dinastía Sung (979 d. C.) en el distrito de Tung-an, prefectura de Chuanchow, provincia de Fukien (Fujian). Posteriormente, adoptó el nombre de Wu Hua-chih. Se dice que durante su infancia, Wu fue un niño bastante precoz que aprendía con suma facilidad y podía memorizar los largos capítulos de los libros canónigos chinos con rapidez.

Wu Tao fue un joven dotado con un carácter muy especial. Desde muy temprana edad, leyó libros sobre astrología, topografía, ritos, música y administración de la Justicia. Pero su interés principal se concentró en la medicina. A los 17 años, descubrió la vía para alcanzar la verdadera auto-iluminación. El aprobó los exámenes civiles y fue designado funcionario de la censura imperial.

Muy pronto descubrió que el cargo público no era lo que le interesaba realmente, así que prefirió irse a las montañas y convertirse en un ermitaño, donde continuó su autopreparación y cultivando su naturaleza interna con famosos maestros de su época.

Al retirarse del servicio civil, se dedicó de lleno al estudio de la medicina y a ayudar a su prójimo. Era vegetariano y estuvo soltero durante toda su vida. Su interés por la medicina surgió desde temprana edad, al ver a sus padres fallecer a consecuencia de una epidemia en el pueblo.

La pérdida de sus padres hizo que tomara la determinación de ser médico y prometió que curaría a cualquier enfermo, fuese rico o pobre.

En 1032, una gran sequía azotó Chuanchow y Wu Tao se ganó la admiración popular al predecir que llegaría un enorme cargamento de granos para mitigar la hambruna que reinaba.

Al año siguiente, brotó una terrible epidemia en su tierra natal, y en esta oportunidad, Wu ofreció el remedio para curar a todos los que habían caído enfermos.

Wu murió en 1036, en Paichiao, prefectura de Changchow, a la edad de 58 años de edad. Poco después de su muerte, la gente de su pueblo natal construyó un templo en su honor. "Templo de Wu, el Verdadero Caballero" fue el nombre que le dieron los aldeaños al templo.

Su título oficial, Pao-sheng Ta-ti, fue otorgado por decreto imperial durante el reinado del emperador Yunglo (1403-1425). La tradición oral dice que la madre del Emperador padecía de una enfermedad incurable y fue salvada por Wu Tao, quien se apareció en el Palacio disfrazado como un monje taoísta que ofrecía sus servicios como médico. Después de curar a la madre del Emperador, la deidad se remontó al Cielo.

  Parte de los 36 generales que escoltan a Pao-Sheng Ta-ti

Agradecido, el Emperador ordenó que el templo construido en su honor fuese reconstruido al estilo de un gran palacio y le otorgó el siguiente título: "Censor del Palacio que ha ascendido al Cielo. Verdadero Señor de la Vía Milagrosa de la Salvación por la Compasión, el eterno y poderoso Gran Señor que preserva la Vida".

A través de los siglos, aumentó el número de templos dedicados a esta deidad, así como la cantidad de milagros que se atribuyen a él. De esta manera, Pao-sheng Ta-ti se convirtió en el patrono de los médicos y las personas que trabajan en el área de la salud.

Los templos en su honor deben ofrecer los servicios de un oráculo médico que diagnostica las enfermedades de los devotos y les recomienda tratamientos alternos. En los templos más grandes, este oráculo incluso está dividido en secciones tales como medicina general, cirugía, pediatría, medicina interna, etc.

Entre las múltiples leyendas que ha popularizado la tradición popular se encuentran diversas versiones acerca de su nacimiento. Una de ellas narra que su madre tuvo una inmaculada concepción, ella soñó que se había tragado una tortuga blanca y tuvo al niño sin haber pasado por el parto.

A diferencias de muchas deidades taoístas, que suelen ser representadas montando un brioso corcel, Pao-sheng es a veces presentado montado sobre un tigre, que es conocido como el Señor Tigre o General Tigre Negro. Debajo del altar donde se encuentra la imagen de la deidad protectora de la salud también se suele encontrar una imagen del tigre.

La presencia de este feroz animal carnívoro también corresponde a una interesante leyenda. En una ocasión que Wu Tao fue al bosque a recolectar plantas medicinales, se encontró con un tigre que lo interceptó en el camino. El animal le indicó que se sentía muy mal y que tenía un dolor en la garganta que no le permitía rugir.

Wu le pidió que abriera su boca para examinarlo. Al abrir sus fauces, el médico pudo ver que la bestia tenía una peineta de mujer insertada en el fondo de su enorme garganta.

Por este indicio, Wu Tao supo que el tigre se había comido a una desdichada mujer recientemente y le propuso un trato al animal. Wu le dijo que lo curaría con la condición que prometiera no comer más seres humanos. El tigre accedió, y Wu le sacó la peineta y curó a la bestia. En agradecimiento, el tigre decidió seguir a su salvador y protegerlo para siempre. Posteriormente, el animal fue promovido al rango divino de Señor.

La leyenda también indica que la práctica médica de Wu Tao fue altamente perfeccionada cuando la Reina de Occidente, una deidad taoísta, lo orientó hacia el Estanque de Jaspe, le enseñó cómo derrotar a todos los demonios y malos espíritus, y le entregó un raro y precioso tratado de medicina que desconocían todos los doctores de su época.

Otro episodio corrobora la anterior leyenda. La tradición popular dice que la Reina de Occidente le entregó también una espada mágica. En cierta ocasión, una suprema deidad taoísta le pidió prestada su espada para combatir unos demonios muy poderosos y como garantía, dejó a su cargo 36 sirvientes en calidad de rehenes humanos para asegurar la devolución del arma mágica.

La deidad venció con facilidad a sus terribles adversarios y decidió quedarse con la espada. En consecuencia, los 36 sirvientes quedaron bajo el mando de Wu Tao.

En vida, estos ayudantes atendieron fielmente a su amo. Posteriormente, ellos fueron elevados a la categoría de generales divinos y se suele colocar las imágenes de estas deidades menores en las dos paredes laterales de la nave principal de los templos dedicados a Pao-sheng Ta-ti.

En otra anécdota legendaria, Wu mostró sus poderes milagrosos cuando le trajeron un montón de huesos de un joven que había sido recientemente devorado por un tigre. El armó un esqueleto con los huesos y le untó una pomada con las cenizas de amuletos de papel quemados. Tras recitar una oración, el fallecido fue reencarnado.

En una antigua gaceta publicada en Taiwan durante la dinastía Ching (1644-1911) se encuentra la siguiente descripción de la deidad: "Cuando Wu creció, sus destrezas médicas eran profundas. Su ambición fue ser ministro de todo el mundo y sus prescripciones siempre fueron sorprendentemente eficaces. Las personas dentro y fuera del pueblo comenzaron a llamarlo dios."

El culto hacia Pao-sheng Ta-ti en Taiwan se remonta a la llegada de los primeros inmigrantes provenientes del distrito de Tung-an. En la actualidad, la deidad es venerada también en su nativa provincia de Fukien, China continental; así como en las comunidades chinas en el Sudeste Asiático.

Cuando llegaron los primeros inmigrantes a Taiwan, tuvieron que enfrentarse a numerosos peligros, incluyendo tribus aborígenes hostiles, toda clase de alimañas y muchas enfermedades incurables. Como no habían muchos médicos en la isla y el estado sanitario de las primeras poblaciones dejaba mucho que desear, a los colonos recién llegados no les quedaba otra alternativa que implorar a Pao-sheng Ta-ti. De esta manera, surgieron los primeros templos en su honor.

Actualmente, existen más de 200 templos dedicados a la deidad protectora de la salud en Taiwan, la mayoría de ellos ubicados en los distritos sureños de Tainan, Chiayi y Kaohsiung. El más grande de ellos se encuentra en Talungtung, uno de los sectores más antiguos de la ciudad de Taipei.

Este templo es también uno de los sitios taoístas más característicos de la ciudad. Denominado Templo Pao-an, el mismo tiene más de 260 años de existencia. Recientemente fue totalmente restaurado para realzar su elegante porte arquitectónico.

La popularidad de la deidad en Taiwan no ha disminuido a pesar de la modernidad que se ha apoderado rápidamente de la isla, especialmente durante los recientes brotes epidémicos de enterovirus y síndrome respiratorio agudo severo. Tal vez, la intervención oportuna de Pao-sheng Ta-ti ha evitado la propagación de estas enfermedades y ha ayudado a un control más efectivo por las autoridades de salud. Al fin y al cabo, él es su patrono y protector.

Bhaisajyaguru: el Buda de la Medicina

En muchos templos budistas chinos encontramos en el altar principal un trío de imágenes de budas sentados, aparentemente iguales. Es necesario observar en forma más minuciosa para descubrir que existen ciertos pequeños detalles que las diferencian entre sí. Los mismos radican en la posición de las manos y los objetos que puedan llevar consigo.

Generalmente, estos tres budas se encuentran colocados de derecha a izquierda en el siguiente orden: Bhaisajyaguru o el Buda de la Medicina, Sakyamuni o el Buda Histórico, y Amithaba o Buda de la Tierra Pura. En realidad, los tres budas pertenecen a la Tierra Pura, siendo Amithaba el Buda de la Tierra Pura Occidental, mientras que Bhaisajyaguru es el Buda de la Tierra Pura Oriental. En chino, se le conoce también informalmente como el "Buda que concede longevidad y mitiga el sufrimiento". Específicamente, se puede distinguir a Bhaisajyaguru por el tazón que lleva en su mano izquierda.

 Bhaisajyaguru,
el Buda de la Medicina


A Bhaisajyaguru se le suele representar como un buda de color azul, color que deriva del lapis lazuli, la piedra azul con diminutas vetas doradas que ha estado asociada desde tiempos inmemoriales con la sanación de los enfermos. La relación entre esta piedra y la curación data del tiempo de los sumerios, asociada con la leyenda de la diosa Inanna (Ishtar), que desciende al Averno para resucitar a su hermano amante y retorna posteriormente. Ella llevaba un collar de lapis lazuli que la protegió contra todos los peligros del viaje a la Tierra de los Muertos y le permitió tomar los siete poderes de la curación.

En Taiwan, otra característica distintiva del Buda de la Medicina es que se encuentra siempre ubicado a la derecha cuando se encuentran juntas las estatuas de los tres Budas mencionados. La Tierra Pura del Buda de la Medicina se encuentra a miles de años luz al este de nuestro Mundo actual, por esa razón, se coloca su imagen a la derecha de la Sagrada Trilogía.

El Buda de la Medicina tiene sus orígenes en el budismo Mahayana, siendo muy popular la devoción hacia él. Según la tradición Mahayana, existen una infinidad de budas, bodhisattvas y otras deidades menores. Todos ellos representan los diversos aspectos de la naturaleza absoluta de Buda, tales como la compasión, el poder y la vacuidad. El Buda de la Medicina recoge el aspecto de la sanación de los enfermos.

El poder curativo de la deidad es abarcador, cubriendo los campos físico, psicológico y espiritual del paciente. La devoción hacia Bhaisajyaguru está más orientada a su poder como dispensador de la medicina espiritual, que dentro de la filosofía budista, acuerpa a todos los otros tratamientos para el recobro de la salud.

Bhaisajyaguru es conocido en chino como Yaoshi-fo, que literalmente quiere decir "Buda Maestro en Medicina". En Japón, se le denomina Yakushi; mientras que los tibetanos lo invocan con el nombre de Sangye Menla. Según la tradición popular, la recitación del Sutra del Buda de la Medicina, o la simple mención de su sagrado nombre es beneficioso para la salud.

La expansión del budismo Mayahana por China, Corea, Japón y los países del Sudeste Asiático tuvo un efecto positivo para la salud pública en general. Dentro de los monasterios budistas, o a través de los esfuerzos de los monjes, pronto aparecieron hospitales, centros para leprosos y dispensarios populares. Con el patrocinio abierto de la religión, tales instituciones no tuvieron mayores dificultades en obtener fondos, ya que los devotos hacían generosas contribuciones para demostrar su espíritu de compasión hacia el prójimo.

Desde la dinastía Chin Oriental (317-420), se comenzó la devoción hacia el Buda de la Medicina en China. El Bhaisajyaraja Sutra o Sutra del Buda de la Medicina fue traducido al idioma chino en esa época, con una completa relación de la deidad, su Paraíso y sus Doce Grandes Promesas.

Esta versión original fue reemplazada más tarde en términos de popularidad por la traducción hecha posteriormente por el maestro Tripitaka Hsuan Tsang, el monje de la dinastía Tang (618-907) que fue inmortalizado en la famosa obra literaria Viaje a Occidente. Esta versión más reciente se denomina Sutra del Maestro de la Curación (Bhaisajyaguru Vaidurya Prabhasa Tathagata), y es uno de los libros sagrados del budismo más ampliamente leído en el día de hoy.

Después de alcanzar la iluminación, Bhaisajyaguru descubrió que existen tres venenos que obtaculizan la realización de nuestro verdadero potencial. Esos tres venenos son: la ignorancia, el apego y la agresión. Estas tres condiciones enturbian nuestro pensamiento y nublan nuestra vista, por lo tanto, no logramos comprender a cabalidad lo que ocurre alrededor nuestro ni logramos descubrir los verdaderos recursos que tenemos en nuestras manos.

En consecuencia, Bhaisajyaguru ha sido venerado como un dispensador de la medicina espiritual que puede curar los males espirituales, psicológicos y físicos.

Entre las doce promesas del Buda de la Medicina sobresale aquélla donde la deidad afirma que otorgará la cura a todo aquel creyente que invoque su santo nombre o sencillamente piense en él. Las doce promesas que hizo Bhaisajyaguru se refieren a su deseo de iluminar, beneficiar, curar y brindar prosperidad a todos los seres humanos, así como describir los beneficios de recordar y suplicar su ayuda.

Con esta restringida apreciación de lo que ocurre y lo que disponemos, concebimos planes muy superficiales y pensamos en una forma muy restringida. Cuando presenciamos que nuestros planes no funcionan o descubrimos que alguien se interpone en nuestras acciones, entramos en la desesperación, la ira y la indignación.

Ese ciclo vicioso tiende a agravarse a medida que nuestros subsecuentes planes fracasan o no logran materializarse como deseamos. Finalmente, tenemos una vida miserable, espiritualmente hablando, ya que al final de nuestra efímera existencia, veremos que no hemos hecho nada significativo. El apego a las riquezas materiales ha cegado nuestro poder para interpretar y descubrir las grandes riquezas espirituales, que superan y acuerpan todas las materiales.

En el plano filosófico, estas tres condiciones nos hacen caer en religiones y cosmovisiones que se distinguen por su búsqueda vaga del eternalismo o nihilismo. En la vida diaria, estas condiciones se expresan en la forma de la preferencia por amigos, comida, ocupación o lo que sea. Son la fuente de nuestros problemas, ya sean espirituales, emocionales o físicos.

El ser humano está expuesto a una serie de enfermedades que generalmente no afectan a los otros seres vivientes, siendo algunas de ellas la arrogancia, el egoísmo, el odio, la desesperación y la desconfianza. En muchas instancias, estos males degeneran en el apego, que a su vez, produce cambios fisiológicos en el cuerpo humano a consecuencia de la incapacidad o el exceso de capacidad para satisfacer los deseos materiales. Finalmente, los desajustes fisiológicos se manifiestan en los males físicos que solemos describir como "enfermedades".

Desafortunadamente, la medicina moderna tiende por lo general a ignorar esa fuente inicial de nuestros quebrantos de salud, y procura sólo curar el malestar físico que nos aflige. Nuestras percepciones erradas causan problemas, nuestros problemas mentales degeneran en malestares físicos. Si deseamos un mejor entorno de vida, es menester iniciar la cura de nuestras enfermedades mentales, para alcanzar finalmente una mejor salud física.

El Buda de la Medicina es posiblemente el mejor ejemplo de la fusión de la medicina y la religión en el budismo. Es menester tener en cuenta que los mayores filósofos y santos del budismo Mahayana eran, al mismo tiempo, grandes médicos que escribieron importantes tratados de medicina.

De hecho, dentro de la tradición del budismo tibetano, todos los conocimientos médicos tienen un origen sagrado y se les pueden atribuir a la sabiduría de los Bodhisattvas. Esto difiere en gran manera de la tradición occidental basada en el legado de Hipócrates.

Siguiendo los preceptos budistas, lo ideal sería que un doctor practicase la compasión en todo momento, y fuese equitativo con todos los seres vivientes. También es menester que perfeccione sus conocimientos y habilidades, por su propio bien, y que siempre tenga en mente que un médico es un representante del Buda de la Medicina y del sagrado linaje de la enseñanza médica. En consecuencia, Bhaisajyaguru constituye el más alto modelo que deben emular los doctores de nuestros días.

Pero, el Buda de la Medicina no es venerado solamente debido a sus poderes curativos. En vez, Bhaisajyaguru debe convertirse en el ideal de la naturaleza de Buda que debemos aspirar a alcanzar cada uno de nosotros. Esta iluminación, que nos ayudaría a liberarnos del sufrimiento físico y mental, se logra a través de la meditación en torno al Buda de la Medicina, de manera que se pueda generar una enorme energía curativa para uno mismo y para la curación de los otros.

La medicina espiritual sugiere las prácticas de meditación, contemplación y oraciones, y en algunas sectas budistas, llega a incluir exorcismos, donde la participación activa del paciente resulta ser una clave esencial para su curación.

A pesar de su gran popularidad, son muy escasos los templos exclusivamente dedicados al Buda de la Medicina. Los fieles que desean adorarle deben generalmente recurrir a un templo donde se encuentre su imagen. En Taiwan, se le suele encontrar en un trío, como se mencionó anteriormente, junto con los Budas Sakyamuni y Amitabha.

En los templos con un altar mayor dedicado al Buda de la Medicina, éste aparece sosteniendo el tazón con su mano izquierda, y va acompañado por dos de sus más prominentes discípulos, los Bodhisattvas del "Brillo del Sol" y el "Brillo de la Luna".

RELIGION EN TAIWAN
Taiwán es un país de varias creencia religiosas. Hay actualmente trece religiones certificadas . Estas religiones incluyen el budismo (el más popular), Taoismo, el catolicismo, el protestantismo, el Hsuan-yuan Chiao, el Islam, Li-ism, Tenrikyo, Baha'i, T'ienti Enseñanzas, Tien Te Chiao, I-Kuan Tao, y Mahikarikyo.


Budismo

 El budismo es la religión institucionalizada más frecuente en Taiwán, y es practicado por casi 4.9 millones de individuos. Proviniendo de India, budismo fue introducido a Taiwán en el tardío siglo XVI. El tipo más significativo de budismo hoy es el Mahayana (la Gran Rueda). Los devotos de esta religión cantan mantras y sutras, y la meditación de práctica en muchos templos disponibles a la isla. 

Taoismo

 Taoismo es la segunda religión más popular en Taiwán, seguido de 4.5 millones de personas de Taiwán. Esta religión desarrollada de la filosofía de Lao Tzu, quien vivió durante el siglo VI aC. La idea central de la religión es el cumplimiento de divinidad. Taoists usan el incienso para el rezo y la adoración.
 
Catolicismo

 Aproximadamente 304,000 individuos son los creyentes de catolicismo. El cristianismo vino a Taiwán en 1626 por la ocupación española. Un sacerdote Católico, el Padre Martinez, juntos con cuatro sacerdotes dominicanos de Filipinas comenzó esta misión de introducir la fe Católica a la gente.

Protestantismo

 Georgius Candidus de la Iglesia Reformada de Holanda era el primer misionero acertado para introducir el protestantismo a esta isla. En 1997, había al menos 65 sectas Protestantes, 2,700 iglesias Protestantes, y 2,550 ministros en Taiwán.

Hsuan-yuan Chiao
 El Hsuan-yuan Chiao fue establecido por un viejo legislador llamó Wang Han-sheng en 1957 en Taiwán. 'El Hsuan-yuan' es el nombre de Huangti, el Emperador Amarillo que unificó China, mientras 'Chiao' quiere decir enseñanzas o religión en el chino. Esta religión fue concebida debido a la angustia de Wang sobre la disposesión del continente chino a los comunistas chinos.

 Cada año lunar, una ceremonia a gran escala es cumplida con el honor Huangti sobre el noveno del primer mes. Otras más pequeñas ceremonias son agarrados los días específicos de otros meses para celebrar el cumpleaños de Huangti y su subida al cielo. El templo de Hsuan-yuan más grande es situado en Tamsui.
 
Tenrikyo

 Tenrikyo, como el nombre sugiere, es una religión japonesa fundada en 1838 por Miki Nakayam, quien era una hija de una familia de campesino. Esto enseña a la gente como cumplir con la voluntad de Dios por ganando el control de su destino entonces ellos pueden conducir una vida de alegría. Esta religión fue presentada en Taiwán durante la ocupación japonesa. Debido a su semejanza para el budismo, fue aceptado y desarrollado en Taiwán. La oficina central Tenrikyo es localizada en el área Yuanshuan de Taipei.

Baha'i

 La fe Baha'i fue fundada en Irán en 1844 por 'Bab'. Baha'is tienen pocas creencia. Ellos creen que la familia es la fundación de sociedad humana, y Dios ha enviado a mensajeros como Moisés, Krishna, Buda, Jesús, y Mohammed para realizar su objetivo. En 1954, una pareja de misionero iraní vino y constituyó el primer centro de Baha'i del Taiwán en Tainan. Ahora, la oficina central local es localizada en Taipei.I-Kuan Tao
 I-Kuan Tao es una nueva fe y también la tercera religión más popular en Taiwán. Esto se esfuerza de distinguir principios comunes que son la base de Taoism, el budismo, el cristianismo, el Islam, el Judaísmo, y el hinduismo. Los adoradores creen que por revelando las verdades universales, el mundo puede alcanzar la paz y la armonía.
Tien Te Chiao

 Tien Te Chiao es una combinación de Confucianismo, Taoism, el budismo, el cristianismo, y el Islam. La religión fue traída en la existencia en el continente China en 1923. Su fundador, Hsiao el Chang-Ming era dotado del regalo de curación, que atrajo mucha atención. Él invistió muchos principios en los cuales los seguidores debían adherirse en todas partes de sus vidas. Wang Ti-ching, un discípulo de Hsiao en Kaohsiung, extensión Tien Te Chiao

Mahikarikyo

 Mahikarikyo, otra religión japonesa, fue fundada por Yosikazu Okada en 1959. Mahikarikyo cree que alguien puede lograr poderes que se curan por tomando un seminario de tres días al Arte Espiritual de Luz Divina. Los devotos creen que sus enseñanzas de la ley honrada traerán toda la felicidad de la gente en el Siglo veintiuno Santo que viene. Mahikarikyo fue presentado a Taiwán en 1983, pero sólo fue registrado con el Ministerio en 1996. Ahora, la religión infinitamente se ha desarrollado con lugares santos disponibles alrededor de la isla.
  Tienti Enseñanzas

 Tienti enseñanzas fueron fundados por Lee Yu-Chieh a mediados de los años 1980. Tienti enseñanzas enfoca en algunas tradiciones religiosas más viejas de China y honra al Lord de Cielo (T'ienti), la regla del universo. La religión acentúa la coexistencia entre los mundos espirituales y materiales. Sin embargo, el objetivo absoluto de enseñanzas Tienti es un mundo de amor universal independientemente de la raza o la creencia.

Li-ism

 
Li-ism fue fundado por Yang Lai-ju en el siglo XVII. El significado de Li-ism es ' la doctrina de orden '. Li-ism acentúa moralidades tradicionales chinas y ética. Esto es una amalgamación de Confucianismo, budismo, y Taoismo acentuando también sobre el culto a Kuanyin (la Diosa de Piedad). La aduana y las prácticas de Li-ism son similares a él de budismo en términos de adoración .
 


 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

MUY INTERESANTE. MUY BUENO EL ARTICULO. ME GUSTARIA QUE PUSIERSAN MAS IMAGENES DE PAO-SHEN TA-TI. MUCHAS GRACIAS. Patricia.

Anónimo dijo...

Muy interesante.Muy esclarecedor el artículo. Me gustaría más información sobre el Toismo.Muchisimas Gracias.Arturo

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