Aborigen de Taiwan



Introducción a los grupos aborígenes de 


Taiwan

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Arte paiwan


Los arqueólogos han hallado evidencia de presencia humana prehistórica en Taiwan que data de hace 12 a 15 mil años. No obstante, no se sabe con certeza quiénes fueron esos primeros habitantes; o si cruzaron por un puente terrestre desde lo que ahora es la parte sudoriental de China continental o en bote desde alguna de las otras islas del Pacífico, o de ambas formas. El pueblo de Taiwan está dividido en dos grupos étnicos principales: los austronesios (malayo-polinesios), cuyos antepasados habitaron en la isla por milenios; y los han, cuyos antepasados empezaron a llegar desde China continental durante el siglo XVII.
Los hablantes de lenguas que pertenecen a la familia lingüística austronesia, que se calculan en más de 200 millones, habitan una vasta área del globo terráqueo delimitada por Madagascar en el oeste, la Isla de Pascua en el este, Taiwan en el norte y Nueva Zelanda en el sur. Debido a la cantidad de diferentes lenguas aborígenes en Taiwan, algunos académicos han sugerido que la isla podría ser el lugar de origen desde el que los pueblos austronesios comenzaron su diáspora seis mil años atrás.
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El festival de la cosecha Ilisin de los amis expresa su gratitud hacia las deidades y los espíritus ancestrales.


Las costumbres de los pueblos aborígenes en Taiwan, incluyendo construir casas elevadas para protegerlas contra la humedad, usar el bambú y la rota para tejer, adornarse con tatuajes, y mascar la nuez de areca; son también practicadas por muchos otros grupos austronesios.
Hoy en día, los pueblos han —la mayoría descendientes de inmigrantes hoklo y hakka de la parte sudoriental de China continental— componen un 98 por ciento de la población de Taiwan. No obstante, gracias a siglos de matrimonios entre ellos y los pueblos aborígenes, muchos taiwaneses que se consideran a sí mismos han también poseen antepasados aborígenes. Los pueblos aborígenes relativamente puros comprenden aproximadamente un dos por ciento de la población; o sea, cerca de 500 mil personas, que pertenecen a 14 grupos reconocidos oficialmente:
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Los tatuajes faciales fueron otrora una importante tradición para los atayales.


Amis
Con aproximadamente más de 178 mil individuos, la mayoría de los cuales residen en los valles y áreas costeras de la región oriental, los amis son el grupo más grande entre los aborígenes de Taiwan. Los vivaces cantos y danzas del festival de la cosecha Ilisin, realizados durante los meses de verano, son muy famosos.
Los amis se clasifican en diversas formas, como pertenecientes a las tribus Nanshi, Xiuguluan, Costeros, Taitung o Hengchun, dependiendo de su ubicación geográfica. Cada uno de estos subgrupos posee dialectos, costumbres, y estilos de vestimenta un tanto diferentes. Todos siguen una estructura y sistema de herencia matrilineal dentro de su clan.
Atayal
En la actualidad existen más de 81 mil atayales distribuidos por toda la parte norte de la región montañosa del centro de Taiwan. Los atayales practican un código de conducta y creencias llamadas sistema educativo ancestral gaga. Tradicionalmente, los tatuajes faciales formaron una parte indispensable de las ceremonias de los ritos de pubertad. Los atayales son conocidos por tejer piezas de coloridos e intrincados patrones; y las habilidades de una mujer en este campo pueden determinar su estatus social. Los miembros varones de los atayales heredan el primer nombre de su padre como su apellido.
Bunun
Los bunun, con unas 50 mil personas, residen en las regiones montañosas de las partes central y sudoriental de Taiwan, donde practican la rotación de cultivos y la caza. Además de la “ceremonia del mijo” en el tiempo de cosecha, los principales ritos bunun también incluyen la “ceremonia de tiro a las orejas”, un ritual de caza en el cual se dispara a las orejas de los animales usando flechas, con el fin de alcanzar el éxito en la cacería. Los bunun destacan principalmente por su canto coral polifónico pasibutbut, que consiste en plegarias.
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La simplicidad de la vestimenta y los accesorios que usan las mujeres bunun las engalana con un estilo elegante.


Kavalán
Residentes en los distritos orientales de Taiwan, los kavalán son ahora unos 1.200 individuos. Son uno de los originales grupos pingpu (de las planicies) de la región, la mayoría de los cuales se mezclaron con los han que emigraron a las planicies en los distritos de Hualien y Taitung. Las ceremonias tradicionales kavalanes fueron también influenciadas por los amis, quienes habitan cerca de los kavalán. El lenguaje, los mitos y rituales chamanísticos distintivos del grupo permanecen a pesar de esta confluencia cultural. Los jefes de clanes —que pueden ser hombres o mujeres— son escogidos por medio de una elección.
Paiwan
Con aproximadamente unas 86 mil personas, los paiwan pueden subdividirse en los grupos ravar y butsul. Este pueblo habita en la parte sur de la Cordillera Central; así como la Península de Hengchun, y la región de la costa sudoriental. Los paiwan son conocidos por sus cuentas de vidrio, sus habilidades para esculpir la madera y piedra, y por el uso de tótems de víboras cien-pasos como motivos decorativos.
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Según la rígida estructura social de los rukai, las personas tienden a casarse con miembros de su misma clase.


En tiempos antiguos, la sociedad paiwan estaba organizada en tres clases: la nobleza, los guerreros y los plebeyos. Los plebeyos cultivaban la tierra y podían aspirar a la clase guerrera, mientras que la nobleza podía dedicarse libremente a actividades de ocio, tales como la escultura. Una vez cada cinco años, se lleva a cabo la ceremonia Maleveq, durante la cual, se cree que los espíritus de sus ancestros descienden de la montaña Dawu para estar en comunión con sus descendientes.
Pinuyumayan 
Los 11.400 pinuyumayanes se concentran en el distrito de Taitung. Se pueden identificar dos subgrupos con dialectos y costumbres diferentes: los zhiben y los nanwang. Antes de la era moderna, los hombres pinuyumayanes eran famosos por sus habilidades marciales y valentía.
Las prácticas religiosas chamanísticas sobreviven entre los pinuyumayan. Una de las tareas principales del chamán es interpretar los augurios.
Rukai
Los 11.700 rukai están distribuidos a través de los distritos de Pingtung, Kao-hsiung, y Taitung. Tradicionalmente, tienen una jerarquía de nobles y plebeyos, con el lirio como símbolo de nobleza. Solamente los plebeyos en alta estima, reconocidos como espiritualmente puros o valerosos, tenían el honor de adornarse con lirios.
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Niños sediq recitan una canción tradicional. (Huang Ting-sheng)


Como parte de la ceremonia de la cosecha que se realiza en agosto, los varones rukai hornean masa de mijo en lajas de piedra calientes, y pronostican la cosecha del próximo año basados en la apariencia de los pasteles de mijo.
Saisiyat
El grupo saisiyat, con una población de aproximadamente 5.700 personas, son mejor conocidos por la ceremonia Pastaai, que se lleva a cabo para honrar a los espíritus de un pueblo enano y de tez oscura que, según cuentan, fueron los primeros habitantes de Taiwan y enseñaron muchas de sus habilidades a los saisiyat. La leyenda dice que como los hombres del pueblo enano empezaron a acosar sexualmente a las mujeres saisiyat, los celosos hombres saisiyat mataron prácticamente a todos ellos. Con el fin de aplacar a los espíritus del “pueblo enano”, se realizan rituales y danzas por cuatro noches seguidas, cada dos años, en las comunidades de los distritos de Miaoli y Hsinchu, en el noroeste de Taiwan.
Sakizaya
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Los tsou rinden homenaje a sus ancestros y al dios de la guerra por medio de danzas y cantos. (Song Sheng-zao)


Los sakizaya, con una población de cerca de 350 personas, habitan principalmente en el distrito de Hualien. Debido a que han interactuado por largo tiempo con los amis, sus costumbres y vestimentas se han vuelto prácticamente idénticas a las de los amis, y los matrimonios entre ambos grupos son muy frecuentes. No obstante, los sakizaya han podido preservar su idioma distintivo. Se dice que la fusión del pueblo sakizaya con los amis ocurrió cuando los sakizaya huyeron de su tierra natal en las planicies costeras, y buscaron refugio en las montañas tras perder la batalla contra tropas de la dinastía Ching. Solamente disfrazándose como amis pudieron evitar ser aniquilados.
Sediq (Seediq/Seejiq)
Con una población de entre seis a siete mil personas, los sediq están muy relacionados con los atayales en cuanto a sus costumbres, lenguajes y prácticas religiosas. Al igual que los atayales, son famosos por sus intrincados tejidos y bordados. Tradicionalmente, han usado fibras de ramié, mostrando preferencia por patrones tradicionales como estrellas y otras figuras geométricas sobre un fondo blanco. En épocas anteriores, las comunidades sediq observaron un código de conducta Waya, que incluía reglamentos para cada aspecto de la vida, entre ellos asuntos familiares, agricultura, caza, ceremonias religiosas, e inclusive inter-acciones sociales.
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Los botes tallados a mano son una característica distintiva de la cultura yami.


Thao
Los thao tienen una población de más de 600 personas. Originalmente, habitaban en la Isla Lalu, en medio del Lago del Sol y la Luna, pero luego se trasladaron a las orillas del lago y practicaron la agricultura en “islas flotantes”, en la cual las cosechas se cultivan en balsas de bambú con tierra, en el medio del lago. El lenguaje y cultura de los thao ha sido fuertemente influenciado por sus vecinos atayales y bunun.
Truku
Los truku, con una población de cerca de 25 mil personas, habitan en la costa este, en el distrito de Hualien y la región montañosa del distrito de Nantou. El famoso Desfiladero Taroko, en el distrito de Hualien, deriva su nombre de los truku. Este pueblo está muy relacionado con los atayales y sediq en cuanto a lenguaje y costumbres. Al igual que en estos dos grupos, las mujeres truku de tiempos antiguos lucían tatuajes en la cara. Y al igual que sus primos sediq, los truku han favorecido tradicionalmente la ropa blanca con un ribete bordado.
Tsou
Los tsou, que cuentan con cerca de 6.600 personas y una vez vivieron alrededor de la Montaña Jade, se dividen en los grupos norteño y sureño, con variaciones en dialecto y costumbres. Sus características culturales especiales incluyen la ceremonia de la cosecha Homeyaya; y el tabú en contra de cazar osos. Otrora, los varones tsou eran reconocidos por su espíritu guerrero.
Tradicionalmente, los tsou del sur creen que sus espíritus ancestrales residen en cuentas especiales de madreperla. Las cuentas son guardadas por sacerdotes, lejos de la vista del público, y se sacan solamente para realizar ceremonias religiosas.
Yami
Los cerca de 3.500 yami habitan en la Isla de las Orquídeas, cerca de la costa sudeste de Taiwan. Los yami han desarrollado una cultura basada en la pesca en alta mar, única entre los aborígenes de Taiwan. El lanzamiento de un nuevo bote con decoraciones talladas es acompañado por una gran celebración para bendecir esta embarcación. Un enfoque de su cultura son los peces voladores, que emigran anualmente a través de las aguas cercanas a la parte oriental de Taiwan, y de los cuales los yami dependen para su subsistencia. Se llevan a cabo ceremonias religiosas en las cuales se entonan oraciones donde se ruega por una abundancia de peces voladores. Otras comidas básicas tradicionales son el ñame o taro cultivado y la batata.
Tradicionalmente, los yami viven en casas de madera y piedra, construidas en “gavetas” semienterradas en lomas rocosas. Esta práctica ayuda a mantener la frescura en el verano y el calor en invierno. Además, son genéticamente parecidos a, y comparten características culturales y lingüísticas con los habitantes de las Islas Batán en Filipinas. La danza de las mujeres dando vueltas con la cabellera es exclusiva de los yami.
A pesar de un alto grado de asimilación de los pueblos aborígenes por la predominante cultura han, sus lenguas y tradiciones cada vez son más apreciadas como la herencia cultural común de todos los taiwaneses, siendo un importante ingrediente de lo que le da a Taiwan su identidad única. Reflexionando acerca de esta creciente apreciación, el Gobierno de la República de China ha destinado una mayor cantidad de recursos para ayudar a las comunidades aborígenes y a los programas de conservación y desarrollo cultural.
No obstante, todavía quedan muchos desafíos por vencer al promover las culturas aborígenes, especialmente por la migración de los aborígenes a las ciudades; lo que implica un reto al compromiso y creatividad de los gobiernos y grupos cívicos para brindar a los aborígenes urbanos los recursos que nutran su cultura donde ellos viven y trabajan.

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