Arte

EL ARTE QUE LO MIRA AUSTED

Sr. Ojo está atrayendo a un numeroso grupo de seguidores.
En los últimos meses, un nuevo usuario se ha unido a los viajeros en el sistema de Transporte Rápido de Masas de Taipei. Tiene la apariencia un poco semejante a una criatura extraterrestre, y algunas personas piensan que es adorable, otros simplemente horroroso. El es un ojo antropomórfico creado con pintura, y él está apareciendo por toda la ciudad. La gente cuando va de compras ha notado grupos de ojos mirándolos desde los escaparates de las tiendas. Estos globos oculares provienen todos de la misma fuente, un hombre llamado Sr. Ojo.
¿Quién es Sr. Ojo? El es tan difícil de definir como su creador, Chen Bo-wei. Sr. Ojo es el alter ego de Chen, un personaje semificticio, que según Chen nació oficialmente el 31 de diciembre de 2001. El Sr. Ojo es la expresión filosófica poco convencional del artista —amarse a sí mismo y amar al mundo. El estilo pastiche de Sr. Ojo ha aprovechado las corrientes de la cultura y los círculos artísticos juveniles en Taiwan.
El Sr. Ojo es la personificación kitschy del arte popular en Taiwan, y Chen se ha convertido en algo como una personalidad cultural por crear la rareza óptica y por su burbujeante creatividad en otras esferas. Chen también es diseñador de vestuario, director teatral, guionista, compositor y autor de libros. Antes del nacimiento del Sr. Ojo, Chen ya era un diseñador de vestuario y teatro famoso, para grupos tales como Performance Workshop, el Teatro Greenray y el Teatro Paperwindmill. El también ha diseñado vestuarios para algunas de las personalidades más conocidas de Taiwan, incluyendo las Hermanas ASOS, quienes cantan y animan un programa de televisión, y el anfitrión de televisión y escritor Tsai Kang-yung.
Para la mayoría de la gente de 34 años, esto ya sería considerado un éxito, pero para el creador de Sr. Ojo, fue sólo un comienzo. “El es el primer y único artista en Taiwan que puede combinar varios medios artísticos en un estilo altamente aventurero y experimental “, dice Jhuo Ting-jhu, coreógrafa que coopera a menudo con Chen. “Y al mismo tiempo, él sabe mantener el equilibrio entre la cultura vanguardista y la popular, logrando que lo vanguardista sea fácilmente aceptado por el público”.

El artista vanguardista Che
A pesar del éxito con sus diseños para el teatro, Chen cayó en la cuenta de que él era como un vendedor, que trataba de vender sus ideas empacadas en un maletín. “Cuando diseño para grupos teatrales o cantantes, por supuesto que necesito encontrar un lenguaje común entre nosotros, pero en cierto sentido, simplemente estaba sirviendo a los directores y cantantes”, dice Chen. En 2001, Chen estableció su estudio, Ojo ama el mundo, para darse un espacio para la creatividad independiente. Hoy él usa el estudio para pintar, hacer trajes, escribir canciones y diseñar los accesorios de Ojo ama el mundo, que sirven como embajadores kitschy de su visión de buena voluntad. Chen utiliza el motivo del ojo porque los ojos perciben el cambio en el mundo externo y transmiten sentimientos. El siente que el Sr. Ojo representa mejor su manera poco común de ver a este mundo.
La imagen del globo ocular apareció por primera vez en el arte de Chen cuando estudiaba bellas artes en la Escuela de Arte y Comercio Fu-hsin. En una tarea escolar donde se pidió a los estudiantes de arte pintar un parque repleto de gente, Chen llenó el lienzo con ojos —globos oculares en los árboles y en el suelo. El dice que lo hizo en parte como una forma de rebelión, pero afortunadamente, su profesor se contentó con la pintura y el futuro prometedor del joven artista.
Sin embargo, después de secundaria superior, Chen entró en el Departamento de Teatro de la Universidad Nacional de las Artes de Taipei. El entrenamiento le formó con más capacidades para expresar su imaginación descabellada. “Si simplemente continuaba con mi formación en bellas artes, hubiese dominado la teoría o perfeccionado mis destrezas en pintura, pero en el departamento de teatro, hallé un espacio mucho más amplio para expresarme”, dice. La naturaleza fluida del arte de la actuación, atrajo especialmente a Chen, porque a diferencia de los resultados estáticos de la pintura, cada actuación tiene una vida propia. “Cuando pasa el momento, ya pasa”, dice. “No hay dos actuaciones idénticas”.

“Cabaret del Sr. Ojo” está repleto de sketchs alegres.

Chen espera expresar mediante su arte, el significado del proverbio chino “abrir un ojo y cerrar el otro”. El proverbio indica que uno debe ver lo bueno y bloquear lo negativo. En su libro, Sr. Ojo de la A a la Z, él escribe: “Como no puedo dirigir todas las cosas absurdas en esta Tierra, sólo tengo la opción de mantener un ojo abierto y el otro bien cerrado, y así me he convertido en el Sr. Ojo”.
Chen desea usar la identidad de Sr. Ojo como un ser ajeno —un individuo arquetípico— para desafiar la capacidad de las personas para aceptar diferencias. El cree que la mayoría de la gente no es de mentalidad abierta en cuanto a aquellos que son diferentes a ellos mismos, y que la mayoría de nosotros usamos máscaras en nuestra vida cotidiana. “Taiwan es una sociedad llena de diversidad”, dice Chen. “¿Por qué es tan difícil para la gente aceptar ‘a otro’? Sólo piense en la violencia y las guerras que ocurren en el mundo. Es porque la gente no puede tolerar las diferencias”.


Lee Yung-feng, director general de la Fundación Cultural Paperwindmill, señala que en realidad la idea de “abrir un ojo y cerrar el otro” usada en el trabajo de Chen va más allá del significado positivo del refrán chino. Esta idea insta a los observadores a aceptar la diferencia y adopta la filosofía cotidiana de “vivir y dejar vivir a los demás”.
Esa aceptación de la diferencia se refleja en el uso ecléctico de los estilos y medios por parte de Chen. Lee dice que el idioma académico convencional no es suficiente para capturar la “creatividad explosiva” de Chen. Chen tiene una sólida formación académica, según Lee, pero su arte es definitivamente no académico, así como su combinación de dadaísmo o surrealismo con los estilos locales taiwaneses como el tai ke.

El muñeco “Ojo ama el mundo” es como un embajador de la visión de paz mundial que quiere transmitir Chen.
Para su muy popular obra teatral, “Cabaret del Sr. Ojo”, Chen transmite su opinión sobre la sociedad de una manera más casual. Repleto de diálogos cómicos y un poco de crítica y observaciones sociales sobre los fenómenos raros que ocurren en el mundo, el cabaret de Chen ha sido muy bien recibido por el público. “Si el público siente que el mundo es menos lúgubre después de ver mi obra, entonces me siento feliz”, dice. “Si reciben un mensaje crítico es algo que depende de ellos”. Chen dice que sus obras teatrales, como sus ilustraciones, están influenciadas por el dadaísmo y Dalí. “El trabajo de Chen es altamente postmoderno y multicultural”, dice Lee. “No puede interpretarse desde la perspectiva occidental solamente, ya que sus obras a menudo tocan las corrientes básicas en la sociedad taiwanesa”.
Este ángulo local ha llevado a algunos a asociar las obras de Chen con el movimiento tai ke, que saca provecho de los estilos y actitudes taiwaneses que eran despreciados por los inmigrantes chinos que llegaron a finales de los años cuarenta. Algunos ven evidencias de la actitud tai ke en la vestimenta chillona del Sr. Ojo y la postura anti-sistema de la obra de Chen en general. Sin embargo, Chen se ve a sí mismo como un ciudadano mundial, que expresa un mensaje mundial de paz. De hecho, en sus pinturas hace uso de personalidades y motivos extraídos de todo el mundo. Por ejemplo, en una de ellas, la artista mexicana Frida Kahlo, Jesucristo y el Sr. Ojo están colocados en armonía teatral. “Mucha gente taiwanesa ve mis pinturas y piensa que son hechas por un estadounidense o japonés”, dice Chen. “Como yo no fui educado en el exterior, soy un artista local, pero espero que la gente no encasille mi arte”.
En cualquier categoría que se quiere clasificar a Chen, él está logrando gran aceptación en Taiwan. Su “Cabaret del Sr. Ojo” se ha mostrado anualmente desde 2002 en el Teatro Rojo en la zona de Hsimending en Taipei, y ésta ha resultado ampliamente popular. Para Chen, el Teatro Rojo, un edificio de 90 años de antigüedad, es el lugar perfecto para presentarla, debido a las contradicciones que representa. En el pasado, funcionó como mercado público, teatro para ópera de Pekín, cine y casa de té. Además, Hsimending es el sitio de reunión para las subculturas adolescentes de hoy, y un desfalleciente distrito histórico para la diversión. La mezcla de lo antiguo y lo nuevo es similar al estilo de pastiche en las innovaciones del cabaret tradicional de Chen.

Sr. Ojo se mezcla con los residentes de Taipei.
En las presentaciones, Chen y más de 30 artistas de diferentes campos recrean en su propio estilo particular un cabaret taiwanés de los años ochenta. Como siempre, Chen realiza diversos papeles. Detrás de la escena, él es el guionista, director, diseñador de arte y vestuario, y básicamente el cerebro de la dirección conceptual del espectáculo. Su alter ego, el Sr. Ojo, actúa como el anfitrión y aparece en las actuaciones de otros personajes, que incluyen diálogos cómicos chinos, danzas aborígenes y sketch teatrales.
Mediante sus presentaciones de cabaret, Chen permite al público verse a sí mismo —el ojo, nuevamente, mira también a los espectadores— a través del uso de la cultura y el entretenimiento taiwaneses típicos. “Cuando se profundiza en la actuación de Chen, se puede ver la naturaleza práctica de la gente taiwanesa”, dice Lee. “Su actuación es la personificación de la cultura local y la fusión de la cultura local con otras culturas”.
Aún cuando el cabaret tiene el propósito de ser humorístico y entretenido, Chen insiste en mostrar un documental de cinco minutos sobre guerra y hambre antes del comienzo del show. “Me contenta cuando al finalizar el espectáculo, algunos miembros del público me dicen que entendieron el mensaje, y para los que no, por lo menos se rieron durante un par de horas”, dice Chen.
Un factor importante en el éxito de “Cabaret del Sr. Ojo” es el buen concepto que tienen los otros artistas de Chen. Jhuo Ting-jhu, quien baila en el cabaret, descubrió que los diseños de trajes de Chen la llevaron a cuestionar los movimientos convencionales de una bailarina, y la inspiraron más a pensar sobre su actuación. Jhuo dice que la cooperación con Chen está llena de sorpresas.

El arte poco convencional halla inspiración en la vida cotidiana.

Un tema que se repite en “Cabaret del Sr. Ojo” es la búsqueda del amor. En un sketch titulado “Madre, ámame otra vez”, el argumento básico es muy simple —tres hermanos se embarcan en la búsqueda de su madre perdida. Pero la historia ofrece un comentario social sobre la familia, y remeda estereotipos presentados en los medios de comunicación. “El amor y la belleza son ambos comercializados hoy día”, dice Chen. “Por ejemplo, los medios de comunicación nos hacen hincapié en que hay sólo un estándar de belleza, el de las supermodelos. Asimismo, el amor es codificado”. En la obra de Chen, la familia encuentra el tipo de dificultades que ocurren en la vida real.
Para Lee, el pesado acento mandarín taiwanés que se habla en la obra, hace eco de la historia dolorosa de discriminación en contra del lenguaje común del promedio de la gente durante el régimen del Kuomintang. Incluso ahora, el mandarín hablado con acento taiwanés es considerado cómico. El uso de esta forma de lengua común agrega humor, pero también toca una realidad familiar. “Es un valiente intento de tratar los asuntos culturales locales”, dice Lee.
Entonces, incluso el lenguaje, permite al público pensar en sus propias vidas. Sr. Ojo continúa mirando a la gente de Taiwan, viendo sólo aquello que la gente ve en sí misma.