Inaugurada aldea haitiana construida con ayuda de Taiwán

Una aldea en Haití construida con la ayuda del Gobierno y la Cruz Roja de la República de China (Taiwán), fue inaugurada el sábado 18, para el reasentamiento de numerosos ciudadanos haitianos que resultaron damnificados por el devastador terremoto que azotó a ese país caribeño en enero del 2010.

El canciller de Haití, Pierre Richard Casimir, el ministro de Agricultura Thomas Jacques, y la presidenta de la Cruz Roja de la República de China, Wang Ching-feng, asistieron a la ceremonia de inauguración de la aldea.

La construcción de la aldea, denominada "Villa Nueva Esperanza", que está situada en la localidad de Savane Diane, a unos 230 kilómetros de Puerto Príncipe, capital de Haití, fue terminada a un costo total de US$5,5 millones.

Ocupando un terreno total de 330 hectáreas, la "Villa Nueva Esperanza" puede alojar a un total de 200 familias, contando con una escuela, una clínica pública, dormitorios para la facultad de la escuela, y otros servicios públicos, además de una gran zona destinada a granjas agrícolas.

En la villa, cada familia cuenta con una iluminación generada por la energía solar, y la misión técnico-agrícola de Taiwán ofrecerá la asistencia tecnológica a los habitantes en la villa para la plantación de los cultivos, como sojas y sorgos.

Tanto el Canciller como el Ministro de Agricultura de Haití extendieron su profundo agradecimiento a la asistencia brindada por tanto el Gobierno como el pueblo de Taiwán en este proyecto.

El embajador de la Rep. de China, Liu Bang-zyh, quien también estuvo presente en la ocasión, explicó que la decisión para colocar la villa en Savane Diane, que fue menos gravemente afectada por el temblor que otras partes del país, fue en conformidad con la política de desarrollo urbano de Haití.

Liu dijo que el Gobierno de Haití esperaba que la villa ayudara a crear un equilibrio regional en el desarrollo de su país.

El cataclísmico terremoto de una magnitud de 7 grados en la escala Richter que azotó a Haití en el 2010 dejó un saldo de más de 210.000 muertos, 300.000 heridos y más de un millón de personas sin hogar.

(Por Leaf Chiang y Elisa Kao)
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