asimismo indicó que las mejoras de las relaciones en el Estrecho conseguirán para las próximas generaciones un entorno de mayor prosperidad y paz.
En su discurso, el presidente Ma señaló que desde el punto de vista de la justicia, el desarrollo sostenible y responsable del país debe ser tratado desde tres aspectos: la soberanía, los derechos humanos y el medio ambiente. En el primer aspecto sobre la soberanía, el presidente expresó que abarca la seguridad nacional y la dignidad de los ciudadanos sin distinción de partidos políticos, y que deben ser protegidos y defendidos entre todos.
Ma añadió que sus políticas en temas del Estrecho se basan en el Consenso de 1992, en las que el beneficio mutuo forma parte de los principios en la mejora de las relaciones entre ambas partes, por tanto el Mar de Taiwán que solía ser una área de conflictos se ha transformado en una ruta de la paz. El presidente recalcó que la paz y el progreso del Estrecho ofrecerá un mejor entorno de desarrolllo a las próximas generaciones; éstas fueron sus palabras: “El objetivo de las mejoras de las relaciones en el Estrecho es establecer un entorno pacífico y próspero para el desarrollo de Taiwán; porque sin paz y progreso, no hay desarrollo para las próximas generaciones. China Continental es un desafío para Taiwán, pero al mismo tiempo el auge económico de China Continental también trae oportunidades a la isla”.
Entre los temas planteados por el mandatario, indicó que el desarrollo de Taiwán debe ser equilibrado, y que en la búsqueda de la paz en el Estrecho no se han dado cambios y ni se ha hecho una concesión en cuanto a la soberanía de la República de China; y respecto a los derechos humanos, el mandatario expresó su respeto a la independencia de la justicia y señaló que continuará apoyando a los grupos minoritarios.
El presidente también destacó que los temas del cuidado del medio ambiente tendrán la misma preponderancia que el desarrollo de la economía para evitar situaciones conflictivas a la hora de elegir entre la economía y el cuidado del medio ambiente. Y que durante los últimos 1.000 días de su gestión nunca ha olvidado los 7 millones de votos que obtuvo al asumir el cargo de presidente, como tampoco ha olvidado su responsabilidad de cuidar a los 23 millones de compatriotas. Ma anunció que Taiwán se encuentra en el camino correcto y que el cambio ya ha ocurrido, y que esta revolución no puede ser interrumpida ni hay vuelta a atrás; por tanto luchará por la felicidad de la próxima generación a través de la paz en el Estrecho, ofreciendo a los ciudadanos una economía activa y un gobierno limpio.
Por último, el presidente Ma dijo que visitará las instituciones educativas y el campo para que los ciudadanos sepan y entiendan mejor las políticas de su gestión.
RTI
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