El Dalai Lama es el líder espiritual y secular del gobierno tibetano en el exilio. El año pasado, dijo varias veces que le gustaría retirarse como jefe del gobierno.
Al hablar en una ceremonia de conmemoración en el 52 º aniversario del levantamiento del Tíbet contra la invasión china, el Dalai Lama dijo que sigue comprometido a desempeñar su papel en la justa causa del Tíbet.
"Mi deseo de delegar la autoridad no tiene nada que ver con el deseo de eludir la responsabilidad. Es en beneficio de los tibetanos en el largo plazo", dijo. "Confío en que poco a poco la gente va a llegar a entender mi intención, el apoyo de mi decisión y en consecuencia dejar que entren en vigor."
Dijo que propondrá formalmente que las modificaciones necesarias a la Carta de los tibetanos en el exilio, cuando el Parlamento tibetano en el exilio se reúne el 14 de marzo, para poder entregar a un líder electo.
Después de la brutal represión de China a la revuelta del Tíbet en 1959, el Dalai Lama huyó a la India, donde él y sus seguidores establecieron un gobierno en el exilio en Dharamsala, Himachal Pradesh provincia.
El Premio Nobel de la Paz dijo que China seguía siendo el ejercicio de gobierno despótico en el Tíbet hasta hoy, el despliegue de un gran número de tropas y la policía allí.
"El pueblo tibetano vive bajo constante sospecha y vigilancia", dijo. "Los visitantes chinos y extranjeros al Tíbet corroborar esta triste realidad."
Dentro de la propia China, el Dalai Lama, dijo, muchos abogados de derechos humanos e intelectuales independientes siguieron siendo detenidos y condenados a severas y encarcelado.
"Estas medidas represivas socavar la unidad y la estabilidad", dijo.
Instó a que las autoridades chinas en libertad a todos los prisioneros de conciencia que han sido castigados por la articulación de las aspiraciones del pueblo tibetano de base.
Dijo que su gobierno había transmite claramente a las de China del Departamento de Trabajo del Frente deseo del pueblo tibetano a la autonomía cultural y la paz, pero las autoridades chinas aún no había que dar ninguna respuesta positiva.
Refiriéndose a la libertad en curso y las campañas de la democracia en el norte de África y Oriente Medio, el Dalai Lama dijo: "Yo soy un firme creyente en la no violencia y el poder del pueblo, y estos eventos han demostrado una vez más que una acción decidida no violenta puede de hecho lograr un cambio positivo. Todos debemos esperar que estos cambios conducen a inspirar una verdadera libertad, felicidad y prosperidad para los pueblos de estos países. "
Alentó a los tibetanos dentro de Tíbet a que se adhieran a su tradición de no-violencia y "cultivar buenas relaciones con nuestros hermanos y hermanas chinos".
"Desde la antigüedad, los pueblos tibetano y chino han vivido como vecinos", dijo."Sería un error si las diferencias no resueltas a incidir sobre esta amistad antigua." (Por Ho Hung-ju y SC Chang) enditem / pc
Share |
0 comentarios:
Publicar un comentario