Taipei, nov. 14 (CNA) Una paciente peruana aquejada de linfodema en sus piernas expresó el miércoles 14 su profundo y sincero agradecimiento al gobierno y pueblo de Taiwán por haberle ofrecido el excelente tratamiento médico que le había hecho recuperarse de esa enfermedad congénita, conocida comúnmente como "elefantiasis".
"Gracias Taiwán!" exclamó Mercedes C. Ordinola, de 32 anos de edad, a través de un intérprete en el curso de una conferencia de prensa que tuvo lugar en el Hospital de la Universidad Médica de China, sito en la Ciudad de Taichung, en el centro de Taiwán.
Describiendo al pueblo de Taiwán como sus hermanos y hermanas, la Sra. Ordinola subrayó que iría a contarles a sus conciudadanos su propia historia después de regresar de vuelta al Perú la próxima semana, para hacerles conocer mejor la infinita bondad y la calurosa hospitalidad del pueblo taiwanés, así como su país. La Sra. Ordinola dijo que antes de venir a Taiwán, había pensado que nunca volvería a caminar, y que ella nunca pudo olvidar el momento en que dió el primer paso con la ayuda de los equipos de movilidad después de haber sido sometida a las operaciones quirúrgicas en el susodicho hospital. La paciente peruana expresó sus esperanzas de poder volver a visitar Taiwán después de que sus piernas lograsen cuperarse plenamente, y que iría a ver a sus animales favoritos en el parque zoológico municipal de Taipei. Habiendo padecido de la enfermedad en el sistema linfático por un espacio de más de 20 años que le había impedido movilizarse desde hace tres años, la Sra. Ordinola tampoco podía abrir su boca ni ingerir los alimentos sólidos debido a una infección ósea que se había extendido desde sus falanges a su articulación temporomandibular. La Sra. Ordinola llegó a Taiwán a principios de junio pasado para someterse a los tratamientos gratuitos, gracias a la ayuda humanitaria brindada por el gobierno y pueblo de Taiwán, así como por los voluntarios peruanos. El Dr. Chen Hung-chi, jefe del Centro Médico Internacional del Hospital de la Universidad Médica de China, indicó en la misma conferencia de prensa que las piernas de la Sra. Ordinola se habían restaurado su tamaño normal después de haber recibido más de 10 operaciones quirúrgicas en su nosocomio en el transcurso de los últimos cinco meses, confirmando que ella puede caminar ahora con la ayuda de algunos equipos para la movilidad. La Sra. Ordinola puede abrir también su boca hasta tres centímetros a lo ancho y hablar con claridad después de haber recibido una operación quirúrgica para repararle la articulación temporomandibular, añadió el Dr. Chen, quien ofreció personalmente, junto con su equipo médico, todos los tratamientos médicos necesarios a la paciente peruana. (Por Huang Chin-kung y Rómulo Huang)
Describiendo al pueblo de Taiwán como sus hermanos y hermanas, la Sra. Ordinola subrayó que iría a contarles a sus conciudadanos su propia historia después de regresar de vuelta al Perú la próxima semana, para hacerles conocer mejor la infinita bondad y la calurosa hospitalidad del pueblo taiwanés, así como su país. La Sra. Ordinola dijo que antes de venir a Taiwán, había pensado que nunca volvería a caminar, y que ella nunca pudo olvidar el momento en que dió el primer paso con la ayuda de los equipos de movilidad después de haber sido sometida a las operaciones quirúrgicas en el susodicho hospital. La paciente peruana expresó sus esperanzas de poder volver a visitar Taiwán después de que sus piernas lograsen cuperarse plenamente, y que iría a ver a sus animales favoritos en el parque zoológico municipal de Taipei. Habiendo padecido de la enfermedad en el sistema linfático por un espacio de más de 20 años que le había impedido movilizarse desde hace tres años, la Sra. Ordinola tampoco podía abrir su boca ni ingerir los alimentos sólidos debido a una infección ósea que se había extendido desde sus falanges a su articulación temporomandibular. La Sra. Ordinola llegó a Taiwán a principios de junio pasado para someterse a los tratamientos gratuitos, gracias a la ayuda humanitaria brindada por el gobierno y pueblo de Taiwán, así como por los voluntarios peruanos. El Dr. Chen Hung-chi, jefe del Centro Médico Internacional del Hospital de la Universidad Médica de China, indicó en la misma conferencia de prensa que las piernas de la Sra. Ordinola se habían restaurado su tamaño normal después de haber recibido más de 10 operaciones quirúrgicas en su nosocomio en el transcurso de los últimos cinco meses, confirmando que ella puede caminar ahora con la ayuda de algunos equipos para la movilidad. La Sra. Ordinola puede abrir también su boca hasta tres centímetros a lo ancho y hablar con claridad después de haber recibido una operación quirúrgica para repararle la articulación temporomandibular, añadió el Dr. Chen, quien ofreció personalmente, junto con su equipo médico, todos los tratamientos médicos necesarios a la paciente peruana. (Por Huang Chin-kung y Rómulo Huang)
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