Topkio, oct. 26 (CNA) La presidenta de la Sociedad de la Cruz Roja de la República de China (Taiwán), Wang Ching-feng, fue premiada el jueves 25 por el municipio de la Ciudad de Sakai de Japón, en reconocimiento a sus relevantes contribuciones hechas a la paz mundial.
El alcalde de la Ciudad de Sakai, Osami Takeyama, otorgó personalmente el premio a la Sra. Wang en el curso de la ceremonia de entrega del premio, el tercero de su índole, que tuvo lugar en la Plaza del Sol de esa metrópolis localizada en la Prefectura de Osaka, contando con la presencia de unos 300 distinguidos invitados de los diversos sectores de Japón y de la comunidad taiwanesa residente en el país del Sol Naciente. Haciendo uso de la palabra en el curso de la ceremonia, Takeyama indicó que gracias a los esfuerzos desplegados por la Sociedad de la Cruz Roja de Taiwán, los taiwaneses donaron un total de más de 25.000 millones de yenes japoneses (US$301 millones) a Japón a raíz del devastador terremoto y el consecuente aterrador tsunami que azotaron el 11 de marzo del año pasado al nordeste de ese vecino país al norte de Taiwán. La Sociedad de la Cruz Roja de Japón recibió un total de 58.100 millones de yenes japoneses donados por todos los países del mundo para ofrecer ayudas a las víctimas que resultaron damnificadas en los arriba mencionados desastres naturales, señaló Takeyama. Además de constituirse en el mayor país donante del mundo en términos de la cantidad donada para ofrecer ayudas a las víctimas japonesas, la Sociedad de la Cruz Roja de Taiwán ha estado cooperando activamente con los diversos gobiernos locales de Japón, así como con las sociedades de la Cruz Roja de las regiones correspondientes, para llevar a cabo aceleradamente diversos proyectos de reconstrucción, que han contribuido a mitigar efectivamente el dolor de los daminificados. Los denodados esfuerzos desplegados por la Sociedad de la Cruz Roja de Taiwán no sólo han contribuido considerablemente a la rápida reconstrucción de las áreas afectadas por el arriba mencionado terremoto y el consecuente tsunami, sino que también han sentado las bases para el futuro desarrollo de las relaciones de amistad entre Taiwán y Japón, contribuyendo así a la paz y estabilidad de la región Asia-Pacífico, afirmó el burgomaestre de la Ciudad de Sakai. Por su parte, Wang indicó que Taiwán no sólo había exportado al mundo sus excelentes productos de alta tecnología, sino también las ayudas humanitarias transfronterizas, sosteniendo que "para eso, el amor no tiene fronteras, y es también exportable." Si bien últimamente ha aparecido algunas divergencias entre Taiwán y Japón con respecto a algunos asuntos, los dos países podrán continuar su cooperación para buscar el desarrollo de relaciones bilaterales más estrechas y amistosas, añadió la jefa de la sociedad de la Cruz Roja de Taiwán. En esa misma ocasión, Wang anunció al momento de recibir el susodicho premio que donaría el millón de yenes japoneses que traía consigo premiados en efectivo a una fundación para ofrecer libros a los niños de la región de Mindanao en las Filipinas. (Por Tsao Heng y Rómulo Huang)
El alcalde de la Ciudad de Sakai, Osami Takeyama, otorgó personalmente el premio a la Sra. Wang en el curso de la ceremonia de entrega del premio, el tercero de su índole, que tuvo lugar en la Plaza del Sol de esa metrópolis localizada en la Prefectura de Osaka, contando con la presencia de unos 300 distinguidos invitados de los diversos sectores de Japón y de la comunidad taiwanesa residente en el país del Sol Naciente. Haciendo uso de la palabra en el curso de la ceremonia, Takeyama indicó que gracias a los esfuerzos desplegados por la Sociedad de la Cruz Roja de Taiwán, los taiwaneses donaron un total de más de 25.000 millones de yenes japoneses (US$301 millones) a Japón a raíz del devastador terremoto y el consecuente aterrador tsunami que azotaron el 11 de marzo del año pasado al nordeste de ese vecino país al norte de Taiwán. La Sociedad de la Cruz Roja de Japón recibió un total de 58.100 millones de yenes japoneses donados por todos los países del mundo para ofrecer ayudas a las víctimas que resultaron damnificadas en los arriba mencionados desastres naturales, señaló Takeyama. Además de constituirse en el mayor país donante del mundo en términos de la cantidad donada para ofrecer ayudas a las víctimas japonesas, la Sociedad de la Cruz Roja de Taiwán ha estado cooperando activamente con los diversos gobiernos locales de Japón, así como con las sociedades de la Cruz Roja de las regiones correspondientes, para llevar a cabo aceleradamente diversos proyectos de reconstrucción, que han contribuido a mitigar efectivamente el dolor de los daminificados. Los denodados esfuerzos desplegados por la Sociedad de la Cruz Roja de Taiwán no sólo han contribuido considerablemente a la rápida reconstrucción de las áreas afectadas por el arriba mencionado terremoto y el consecuente tsunami, sino que también han sentado las bases para el futuro desarrollo de las relaciones de amistad entre Taiwán y Japón, contribuyendo así a la paz y estabilidad de la región Asia-Pacífico, afirmó el burgomaestre de la Ciudad de Sakai. Por su parte, Wang indicó que Taiwán no sólo había exportado al mundo sus excelentes productos de alta tecnología, sino también las ayudas humanitarias transfronterizas, sosteniendo que "para eso, el amor no tiene fronteras, y es también exportable." Si bien últimamente ha aparecido algunas divergencias entre Taiwán y Japón con respecto a algunos asuntos, los dos países podrán continuar su cooperación para buscar el desarrollo de relaciones bilaterales más estrechas y amistosas, añadió la jefa de la sociedad de la Cruz Roja de Taiwán. En esa misma ocasión, Wang anunció al momento de recibir el susodicho premio que donaría el millón de yenes japoneses que traía consigo premiados en efectivo a una fundación para ofrecer libros a los niños de la región de Mindanao en las Filipinas. (Por Tsao Heng y Rómulo Huang)
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