En el 66 aniversario de la retrocesión de Taiwán, que conmemora el fin del dominio japonés en Taiwán, el día 25, el presidente Ma Ying-jeou ofició una ceremonia conmemorativa en la que indicó que este hecho permitió que República de China y Taiwán se fundieran en una sola. El presidente hizo un llamado a los ciudadanos para venerar la memoria de los
mártires de la retrocesión quienes se sacrificaron por la democracia de Taiwán.
Durante la ceremonia el presidente desveló una placa conmemorativa en el monumento a la retrocesión de Taiwán y señaló la importancia histórica de esta fecha. El presidente dijo: “Si no hubiese sucedido la retrocesión de Taiwán es muy posible que después de la guerra civil de China Comunista, la República de China hubiese desaparecido en la historia. De igual manera, sin la existencia de la República de China, es imposible la existencia de estos más de 60 años de desarrollo, es muy posible que hubiese caido en manos de los comunistas hace ya mucho tiempo, por eso, la República de China y Taiwán ya están fundidos en una solo. Hoy decimos: La República de China es nuestro país, Taiwán es nuestro hogar, todos somos taiwaneses y todos somos ciudadanos de la República de China”.
El presidente expresó que desde principios de la guerra, muchos compatriotas taiwanes fueron a China Continental para unirse a las actividades anti-japonesas. Ma también expresó que el actual desarrollo de Taiwán es el resultado de muchos hechos históricos y enfatizó que el paso de la historia ha permitido a la República de China renacer en Taiwán y ha permitido que la República de China se haya convertido exactamente en el lugar que una vez soñara el padre de la patria Sun Yat-sen.
El presidente llamó a los taiwaneses a valorar esta etapa de la historia nacional y exhortó a venerar la memoria de los compatriotas anti-japoneses Chiang Wei-shui, Lin Tsu-mi y otros tantos que se sacrificaron por la democracia de Taiwán.
RTI
mártires de la retrocesión quienes se sacrificaron por la democracia de Taiwán.
Durante la ceremonia el presidente desveló una placa conmemorativa en el monumento a la retrocesión de Taiwán y señaló la importancia histórica de esta fecha. El presidente dijo: “Si no hubiese sucedido la retrocesión de Taiwán es muy posible que después de la guerra civil de China Comunista, la República de China hubiese desaparecido en la historia. De igual manera, sin la existencia de la República de China, es imposible la existencia de estos más de 60 años de desarrollo, es muy posible que hubiese caido en manos de los comunistas hace ya mucho tiempo, por eso, la República de China y Taiwán ya están fundidos en una solo. Hoy decimos: La República de China es nuestro país, Taiwán es nuestro hogar, todos somos taiwaneses y todos somos ciudadanos de la República de China”.
El presidente expresó que desde principios de la guerra, muchos compatriotas taiwanes fueron a China Continental para unirse a las actividades anti-japonesas. Ma también expresó que el actual desarrollo de Taiwán es el resultado de muchos hechos históricos y enfatizó que el paso de la historia ha permitido a la República de China renacer en Taiwán y ha permitido que la República de China se haya convertido exactamente en el lugar que una vez soñara el padre de la patria Sun Yat-sen.
El presidente llamó a los taiwaneses a valorar esta etapa de la historia nacional y exhortó a venerar la memoria de los compatriotas anti-japoneses Chiang Wei-shui, Lin Tsu-mi y otros tantos que se sacrificaron por la democracia de Taiwán.
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