 El 4 de junio de todos los años , el presidente Ma Ying-jeou publica un artículo o da un discurso en conmemoración a las protestas de la Plaza Tiananmen de 1989. Este año el presidente Ma publicó un artículo en el que resalta la conmemoración de la fecha, de la misma forma que se conmemora el incidente del 28 de febrero de 1947 y el período de represión del terror blanco en los años 50.
Ma dijo que espera que China Continental tome como referencia la experiencia de Taiwán, para enfrentar la realidad histórica del incidente de Tiananmen, no solamente recordar la lección que se obtuvo de tal acontecimiento sino también evitar que sucesos similares se repitan en el futuro. Al mismo tiempo Ma dijo que se deben tomar las acciones necesarias para consolar a las víctimas y familiares de las víctimas del incidente. Más adelante Ma enfatizó que cualquier enfrentamiento violento que haya ocurrido entre el pueblo y el gobierno a lo largo de la historia, que haya terminado sangrientamente, el gobierno siendo la autoridad tiene que hacerse responsable de gran parte de dichos hechos. Por otra parte Ma señaló que los pueblos de ambos lados del Estrecho pertenecen a una misma etnia y provienen de los mismos ancestros, por lo cual deben ayudarse mutuamente y colaborar solidariamente entre sí. Ma dijo que este año poniendo a un lados el tema de los derechos humanos, la autoridades han hecho grandes esfuerzos para promover la cultura, desarrollar la economía, mejorar la vida del pueblo chino, entre otros, lo cual ha sorprendido no sólo a Taiwán sino al mundo. Además Ma dijo que en los últimos dos años, con las mejoras de las relaciones entre ambos lados del Estrecho, se han reducido las tensiones en la región a gran escala, lo cual ha sido reconocido por la comunidad internacional. El presidente Ma dijo que las autoridades chinas podrían adoptar una nueva postura ante los temas de los derechos humanos, y enfrentar los problemas que han quedado de este campo con una actitud más abierta y positiva. Ma destacó que confía en que esto no sólo elevará la credibilidad del pueblo y las autoridades chinas, sino que también acercará más las relaciones entre Taiwán y China, y más importante aún, hará saber a la comunidad internacional que China es un país en pro de la paz, libertad, democracia y derechos humanos. |
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